Páginas

Páginas

viernes, 8 de noviembre de 2019

DAME, SEÑOR, LA CAPACIDAD DE DISCERNIR Y ACTUAR

Resultado de imagen de Lc 16,1-8"
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

En muchas ocasiones y circunstancias de nuestra vida quedamos paralizados y cegados por nuestros miedos, que nos impiden actuar. Sobre todo en los asuntos que se refieren al testimonio de nuestra fe. Da la apariencia, cuando no es la verdadera realidad, que tenemos dos vidas, una para la galería social donde se desenvuelve nuestra vida de trabajo, de ocio y de relaciones, y otra para los actos de piedad de nuestra religiosidad.  Digamos que una fe dividida o repartida de dos formas, o con dos caretas.

El Evangelio de hoy nos plantea esta circunstancia. Mientras los hijos de las tinieblas, que viven de espalda a Dios, emplean toda su astucia para poner a su favor los problemas y dificultades que su propio actuar les depara salvando su pellejo aun haciendo el mal, los hijo de la luz se comportan pasivos, temerosos y escondiendo su fe bajo las apariencias de la mascara y del miedo. Quedan atenazados en su propia incoherencia. 

A Jesús le admira esa astucia del mal administrador, que no la forma de actuar, que activa toda su capacidad e inteligencia para soltear su problema y salir airoso. Nos describe como se mueven los hijos del mal y como ponen toda su astucia a su servicio, mientras los cristianos no nos esforzamos en luchar contra todo ese mal que nos amenaza y nos tientan para desviarnos y alejarnos de la Palabra de Dios. Jesús echa de menos esa coherencia que sus seguidores deben tener y vivir en todos los ordenes de su vida.

Consientes, Señor, de todos nuestros fallos y pecados, te pedimos esa fortaleza y voluntad para estar siempre dispuestos a vivir coherentemente nuestra fe a pesar de que nos traiga disgustos, problemas y enfrentamientos no deseados con los demás. Danos esa capacidad de discernir y actuar con mansedumbre, suavidad, paciencia y valentía para dejar bien claro el testimonio de nuestra fe. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.