Páginas

Páginas

martes, 4 de febrero de 2020

TU FE TE HA SALVADO

Resultado de imagen de Mc 5,21-43
Señor, quiero creer y serte fiel, pero, mi corazón impuro y apegado a las cosas de este mundo y tentado por mis concupiscencias y apetencias carnales se ciega y se endurece.

Estoy muerto como esa niña, hija de Jairo, o enfermo como esa mujer que padece flujos de sangre. Necesito, Señor, que me ordenes levantarme o que cures mis enfermedades para que mi corazón purificado y limpio por tu Gracia crea en Ti.

Te pido, Señor, que me des un corazón bien intencionado e inocente. Un corazón sin malicia y fortalecido en la voluntad de abrirse a la luz del Espíritu Santo y, fuera de toda duda e incredulidad, crea en Ti, Señor. Te pido, Padre mío que, por los méritos de tu Hijo Jesucristo, inundas mi impuro corazón de tu Gracia y, como Jairo y esa mujer, dame la fe de creer en Ti como mi libertador y salvador que me liberas del pecado del mundo por tu Infinita Misericordia. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.