Señor, quiero creer y serte fiel, pero, mi corazón impuro y apegado a las cosas de este mundo y tentado por mis concupiscencias y apetencias carnales se ciega y se endurece.
Estoy muerto como esa niña, hija de Jairo, o enfermo como esa mujer que padece flujos de sangre. Necesito, Señor, que me ordenes levantarme o que cures mis enfermedades para que mi corazón purificado y limpio por tu Gracia crea en Ti.
Estoy muerto como esa niña, hija de Jairo, o enfermo como esa mujer que padece flujos de sangre. Necesito, Señor, que me ordenes levantarme o que cures mis enfermedades para que mi corazón purificado y limpio por tu Gracia crea en Ti.
Te pido, Señor, que me des un corazón bien intencionado e inocente. Un corazón sin malicia y fortalecido en la voluntad de abrirse a la luz del Espíritu Santo y, fuera de toda duda e incredulidad, crea en Ti, Señor. Te pido, Padre mío que, por los méritos de tu Hijo Jesucristo, inundas mi impuro corazón de tu Gracia y, como Jairo y esa mujer, dame la fe de creer en Ti como mi libertador y salvador que me liberas del pecado del mundo por tu Infinita Misericordia. Amén.
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