Páginas

Páginas

viernes, 1 de mayo de 2020

NECESITAMOS ALIMENTARNOS

Juan 6 : 30 - 35
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

No hay discusión, todos necesitamos alimentarnos y, por supuesto, buscamos alimentos, que en muchos momentos de nuestra vida han sido el detonante de guerras, conflictos y enfrentamientos entre los hombres. Sin alimentos no se puede vivir y eso es primordial para el hombre. 

Pero, una vez saciada el hambre material, experimentamos que esa felicidad que creíamos que se iba a alcanzar con la abundancia de alimentos, no se logra. Y siguen los enfrentamientos, quizás, ahora satisfechos materialmente, por otras causas que motivan las ambiciones de poder y riqueza. Entonces, descubrimos muchos y diferentes alimentos: no sólo material, sino también de riquezas, poder...etc.

Nos cuesta más descubrir el alimento espiritual. Ese alimento que nos sosiega y nos llena de paz y serenidad. Ese alimento que nos calma y nos satisface hasta el punto de experimentarnos gozosos y felices. Hablo del alimento del Pan de Vida. La Eucaristía, donde Jesús, el Hijo enviado por el Padre, se nos da plenamente en Cuerpo y Sangre, para fortalecernos y darnos esa Gracia que nos lleva a la Vida Eterna. Nos lo ha dicho el mismo, y su Palabra es Palabra de Vida Eterna.

Nada mejor que leer sus mismas Palabras y meditarlas serenamente. Es el Señor y su Palabra es Palabra de Vida Eterna. Pidamos al Padre que nos de la fe de creer en la Palabra del hijo. Amén.  «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.