Estar abiertos al Espíritu Santo es vivir en el amor y en la verdad. De modo que si nuestra vida no es así es signo evidente que no está en la dinámica del Espíritu Santo ni tampoco abierto a su acción. Y eso, en lugar de ser una dificultad o causarnos un problema debe servirnos como signo evidente de que vamos mal o de que nuestra actitud no es la correcta. Bendita, pues, señal que nos indica que debemos corregirnos y volver al camino que el Espíritu nos señala.
Y esa es nuestra oración de hoy, pedirte Padre que nos des la sabiduría, la fortaleza y la voluntad de ponernos en Manos del Espíritu Santo. No es cuestión de actitud, ni de voluntad sino de confianza y fe en el Espíritu. En Él conseguiremos la fortaleza y la voluntad que necesitamos para continuar nuestra diaria lucha en aras de colaborar con el bien y la verdad. Amén.
Ahora pon tú tu propia oración, bien aquí en un comentario o sellada dentro de tu propio corazón. Porque, no se trata de mi oración, sin de la que tú hagas y vivas.
Ahora pon tú tu propia oración, bien aquí en un comentario o sellada dentro de tu propio corazón. Porque, no se trata de mi oración, sin de la que tú hagas y vivas.
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Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.