San Agustín de Hipona |
¡Oh Señor y Dios mío!
¡Oh Señor y Dios nuestro!
haznos felices de Ti.
No queremos la felicidad del oro
ni de la plata,
ni de los campos,
ni de las cosas que pasan.
Haznos dichoso de Ti y nos basta.
Si te tenemos, oh Dios
ni te perderemos ni nos perderás.
¡Cosa grande es el hombre!
Es la herencia de Dios,
y Dios la herencia del hombre,
pues Dios nos cultiva a nosotros
y nosotros lo cultivamos a Él.
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