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domingo, 11 de octubre de 2020

QUIERO, SEÑOR, ESE VESTIDO DE FIESTA

 

Seguir a Jesús exige un cambio del paso que lleva mi vida. Un cambio al ritmo de Jesús que me exige llenar mi vida con obras que tengan su mismo sello y estilo de vida. Se trata de vivir y seguirle esforzándome en tener sus mismos sentimientos y disponibilidad en amar de forma gratuita e incondicional. 

No puedo quedarme en simplemente aceptar la invitación al Banquete, sino que tengo que acudir con un nuevo traje. Ese traje de fiesta que lleva el sello y carácter del estilo de Vida de Jesús. Es ese traje el que me da la garantía de ser aceptado en el Banquete de boda.

La realidad es que todos somos invitados al Banquete de bodas - malos y buenos - pero no todos serán aceptados. Por eso, Señor, sabiendo y reconociendo mis debilidades, mis fallos y pecados, te ruego me des la sabiduría de aceptar tu invitación revestido de ese nuevo traje de la Vida de la Gracia. Ese traje que me inicia en una vida nueva que nace del Espíritu. Fue esa la conversación qu tuvo Jesús con Nicodemo - Jn 3, 5 -.

Por tanto, sabiendo que nuestro traje es impuro y que lleva en sí mismo las manchas de nuestros egoísmos, de nuestra soberbia, envidia y desamor, te pedimos, Señor, que nos limpies y nos revista de ese traje nuevo de la Vida de la Gracia para ser, por tu Misericordia, dignos de permanecer y ser aceptados en ese Banquete al que nos invitas. Gracias, Señor.

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