Mientras el astro de
la luz despunta
Supliquemos a Dios que nos ampare,
Y que en nuestras acciones de este día
Nos preserve de riesgos y de males.
Pidámosle que rija nuestras lenguas
Para que la discordia no las gane,
y que cubra, piadoso, nuestros ojos
Para que no contemplen vanidades.
Que nuestros corazones sean puros,
Y que cesen al fin nuestras maldades;
Que el freno en la comida y la bebida
Sojuzgue la soberbia de la carne.
Para que cuando el día se retire
Y la noche de nuevo se levante,
Por la abstinencia de lo que es del mundo
Publiquemos su gloria interminable.
Glorificados con el Padre sean
El divino Unigénito del Padre
Y el Espíritu Santo que los une,
Ahora y por un tiempo inacabable. Amén.
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