Páginas

Páginas

jueves, 10 de junio de 2021

UN CORAZÓN BIEN INTENCIONADO

 

Se trata de ser bien intencionado y no mirar simplemente las infracciones de la ley sino las circunstancias ante ella, que muchas veces no nos dejan otra alternativa queriendo nosotros actuar de otra forma. Confieso, Señor, mi debilidad y mi inclinación a juzgar, a veces sin conocimiento objetivo del hecho. Confieso mi adicción a condenar y encasillar a las personas por sus apariencias y sus actos sin profundizar más en las verdaderas intenciones que esconden en sus corazones. Posiblemente me quedo en lo superficial y en lo que se ve aparentemente, sin más indagación ni reflexión.

Por eso, Señor, consciente de mis errores y mis inclinaciones naturales, quiero hoy pedirte que me des la capacidad de reflexión y de prudencia. La capacidad de ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno y ver con ojos de misericordia la bondad, que se esconde en lo más profundo del corazón, de cada uno de tus hijos, mis hermanos.

Y, sintiéndome culpable de mis juicios, errores y señalamientos, aprovecho para pedirte perdón y rogarte que conviertas mi corazón en un corazón bondadoso, más comprensivo, más humilde y abierta a la misericordia de no juzgar ni señalar, sino comprender con una mirada más pura, más limpia y más amorosa. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.