Páginas

Páginas

martes, 3 de agosto de 2021

NO ES LO MISMO CAMINAR CON JESÚS QUE HACERLO A TIENTAS NOSOTROS SOLOS

 

La experiencia del que ha caminado alguna parte de su vida a tientas sabe que hacerlo con Jesús tiene una gran y  única diferencia, le da sentido y plenitud a tu vida. No es lo mismo, pues, caminar junto a Jesús conociendo cada día su Palabra y, tras escucharle, tratar de aplicarla a tu vida, que ir solo por el mundo tratando de aportar soluciones desde tu punto de vista humano, imperfecto y limitado.

Indudablemente que no es lo mismo estar con el Señor que no estarlo. Porque, sin el Señor la vida es corta, sin sentido e injusta. Con el Señor, la vida, a pesar de parecer corta, sin sentido e injusta, no lo es. Es inmensamente larga porque su promesa es ofrecernos la Vida Eterna. Tiene sentido, porque todo lo que pase y nos ocurra va dirigido a hacerlo por y con amor. Lo aceptamos porque la fe nos da esa esperanza de que ese sufrimiento o percance que nos pueda suceder tiene sentido el aceptarlo y ofrecerlo con y por amor.

Porque, todo lo bueno que hagas redundará en mejorar el mundo y, por el contrario, lo malo perjudicará. Así, encontramos sentido a todo lo vivido dándole un carácter positivo. Y, sobre todo, ir con el Señor nos dará la oportunidad de hablar con Él, escucharle, pedirle consejos y apoyarnos en Él para descansar del agobio de cada día y, también, construir un mundo mejor desde la óptica del Evangelio y no desde nuestras propias y limitadas percepciones y razones. En resumen, caminar con Cristo supone darle verdadero sentido a nuestra vida y alejarnos de Él contando solamente con nuestra razón es ir a ciegas por la vida. La diferencia es notable.

Por tanto, pidamos con todas nuestras fuerzas desde este humilde rincón de oración que siempre vayamos unidos al Señor. Recordemos en cada momento de nuestra vida que en nuestro bautismo hemos recibido el Espíritu Santo, el mismo que acompañó a Jesús en el desierto y en su Vida. Abrámonos, pues, también nosotros a su acción cada día en el camino de nuestra vida. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.