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sábado, 2 de octubre de 2021

CUESTA, SEÑOR, SER PEQUEÑO

 

No es fácil abajarse, hacerse pequeño. Significa ir contra la propia corriente de tu naturaleza humana. Porque, el hombre, desde que es hombre, quiere subir, ganar altura de poder, ser rico y estar por encima de los demás. Quiere y gusta mandar, gobernar e imponer sus criterios, sus ideas y sus proyectos. Hoy no hace falta hacer mucho incapie en esto que decimos, ¡está a la vista!, y se puede constatar cada día. Hay un intento de imponer esa corriente bioidelógica que esconde el deseo del hombre de administrar y gobernar el mundo y todo lo que contiene, incluso al hombre. 

Y presente a estos cambios nos sentimos como niños indefensos. No sabemos cómo detenerlos ni como anunciar que Dios es el Señor de todo lo creado, visible e invisible. Nos sentimos impotentes ante tal amenaza. Permanecemos sin saber ni poder reaccionar. Levantamos nuestra voz pero, como niños inocentes, indefensos y sin poder hacer nada más, esperamos, Padre, tu intervención. Experimentamos, como esos niños, nacidos en el vientre de sus madres, una indefensión plena. Sin voz ni derechos, solos confiados y asidos de tu Manor amorosa y misericordiosa.

Señor, quizás esta situación de indenfesión plena nos ayuda a abajarnos y reconocernos pequeños, como niños tomados de tus Manos. En Ti, Señor, confiamos y te pedimos que nos des la fuerza, la valentía y la Gracia de no sucumbir a esas amenazas que nos quieren destruir. En Ti y por Ti, Señor, avanzaremos y resistiremos. Amén

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