Páginas

Páginas

jueves, 11 de noviembre de 2021

GRACIAS, SEÑOR, PORQUE PUEDO, EN CADA MOMENTO, HABLAR CONTIGO

 

Te doy gracias, Señor, porque puedo hablarte en y a cada instante. No tengo, ni siquiera que moverme. Tú, Señor, estás dentro de mí y me hablas. Yo te escucho y, Tú, me indicas el camino por donde debo ir.

Dame, Señor, la sabiduría y la fuerza para saber, no sólo escucharte, sino también obedecerte. Quítame los miedos, los complejos y prejuicios que puedan impedirme escucharte y obedecerte. Dame paciencia, perseverancia, ánimo e ilusión de estar siempre en permanente contacto contigo. ¡Estas tan cerca, Señor, que, a veces me da vergüenza de tenerte tan dentro de mí e ignorarte!

Perdóname, Señor, por mis fallos y pecados. Soy consciente de que no te merezco, pero, confiando en tu Amor Misericordioso, me alegro que estés en lo más profundo de mi corazón. Yo, Señor, quiero ponerte en el mejor lugar para que seas Tú quién reines en él. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.