Vuélveme sencillo el corazón, Señor Jesús. Tu amor y gracia me bastan. Confío en Ti. Guíame a Ti, Dios escondido, Dios amor. Hazme amar en paciencia y misericordia, en confianza y en generosidad, en lo cotidiano, en la entrega, en la fidelidad de cada día.
Que se goce mi alma en vivir las bienaventuranzas, que sea feliz siendo misericordioso, paciente, trabajando por el Reino, siendo manso y obediente. Sea yo feliz en mi pobreza, sea yo feliz siguiéndote a Ti. Confío en Ti, Señor Jesús. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina.
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