¡Cuántas tormentas se pueden sobrellevar si pasas en silencio aguardando que ella acabe!.
A veces la actitud del silencio es la mejor antes que reaccionar por impulso o por dolor.El dolor tantas veces empuja con fuerza a decir palabras y cosas que hacen que el quiebre interior sea más doloroso y profundo.Valen más muchas veces los desiertos en silencio que vivir las tormentas desde la inquietud y el dolor de las palabras.Sabia actitud es aprender a callar y esperar, aunque cueste que pase la tormenta, llámese injusticia, incomprensión o dolor que te causen.
Haz este propósito: ante las tormentas, crisis fuertes, incomprensión o dolor, mantente en silencio.Acurrúcate y aguarda.
Todo pasa y el silencio será el escudo que arropará tu fortaleza y será tu bastón que te permitirá volverte a poner de pie.
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