Señor, en este Adviento, quiero ponerme en pie y seguir caminando hacia tu encuentro! ¡Quiero, Señor, con alegría mirarte y tratar de convertirme en un signo de esperanza! ¡Quiero acogerte en mi corazón, mi Dios, para tener más intimidad, amistad y familiaridad contigo!
¡Señor, soy consciente de que quieres hacerme partícipe de tus designios, de tu vida y de tu misma felicidad! ¡Lo acepto y te doy gracias y le pido al Espíritu Santo que sea Él el que me guíe para reconocer Tu voz en mi interior! ¡En este camino hacia la Navidad, hacia la verdadera certeza de que Cristo anida en mi alma, quiero seguir la guía del Espíritu Santo para llenarme de certezas, de profunda serenidad y de una gran paz interior!¡Ven, Señor, no tardes, ven pronto! Amén.
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