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viernes, 28 de febrero de 2025

¡SALVAME, SEÑOR!

Señor, no sólo lo sé, sino que me siento débil y frágil a las seducciones de este mundo. Pero, también experimento debilidad a mis pasiones, apetencias, comodidades, perezas, omisiones, y a todo lo que no me gustaría hacer. Y, al contrario, me apetece hacer lo que sé que no debo y que no me conviene. Y sé que mi felicidad no está ahí.

Pero, ¿sabes, Señor?, a pesar de todo eso me dejo vencer y llevar por esa fuerza maligna, y eso me preocupa mucho. Porque, no quiero dejarme llevar, pero me vence el tedio, la desgana, mi debilidad y ,,,

Por eso, Señor, acudo a Ti. Sé que Tú eres el único que me ama y que me salva y que quieres ayudarme y salvarme.  Y en Ti, mi Señor, confío y a Ti me entrego. ¡Fortaléceme y libérame, Señor!

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