Señor Jesús, así como enviaste a los setenta y dos, envíanos hoy como testigos de tu paz y sembradores del Reino. Haznos caminar con libertad y confianza, sin buscar seguridades ni éxitos, llevando tu Palabra y el consuelo a los que sufren. Danos humildad y alegría, sabiendo que somos amados y llamados por ti.
Padre bueno, que nuestra misión sea una respuesta de amor, y nuestras comunidades, espacios de acogida y fraternidad.
Virgen María, Madre de los misioneros, enséñanos a decir sí con generosidad y a llevar a Jesús allí donde más se lo necesita. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina
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