Páginas

Páginas

jueves, 22 de marzo de 2012

DESDE MI PROPIA VIVENCIA


Hoy ha sido un día difícil. Difícil para mí, que no para otros. Cada uno debe saber, al menos intentarlo, conocer sus propias limitaciones. Y hoy, ya desde anoche, experimentaba cierta rabia, al no poder conectar con Internet. La impotencia de no poder publicar y reflexionar me hería y me tentaba a revelarme. Son los momentos de morir a ti mismo, a tus egoísmos y vanidades.

Quizás no las veas, pero están escondidas dentro de ti, y salen cuando menos te lo piensas. En esos momentos te tientan y provocan tus egos y tus suficiencias. Son buenos momentos si sabes explorarlos y aceptar lo que tienen de positivo. Darte cuenta de tu impotencia, de tus limitaciones y de tu vanidad es la mejor de tus reflexiones, porque en ellas encuentras verdaderamente al Señor.

Saber y experimentar, Dios mío, que Tú lo eres todo, y que lo Único que importa eres Tú, es el mejor regalo y tesoro que puedes encontrar. Saber y vivir que, a pesar de no lograr las cosas que quieres y le das gran importancia en este mundo, no son lo más importante, sino que lo eres Tú, es lo mejor que nos puede pasar.

Por todo ello, escribiendo a prisa por no tener más tiempo, te doy las gracias de vivir este día la experiencia de sentirme en tus Manos y de saber que en Ti tengo todas mis esperanzas. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.