Páginas

Páginas

miércoles, 27 de junio de 2012

¿QUIERES APRENDER A MEDITAR? 1ª PARTE




Me ha pedido una amiga cibernética que explique la diferencia de la meditación para el católico de la meditación utilizada por la Nueva Era. Esta amiga está realmente preocupada… comprendo su preocupación.
Hay tanta confusión que fácilmente un católico puede creer que estoy avalando la meditación de la Nueva Era como aceptable.
 De nuestra meditación a la meditación de la Nueva Era hay un inmenso abismo… Dejo al  Padre Saturnino nos explique en sus propias palabras como los católicos meditamos.


PASOS PARA UNA BUENA MEDITACIÓN

Padre Saturnino Junquera, S.I.

Antes de la meditación: Escoge la visita que vas a meditar. – Recógete un momento.—Ponte en la presencia de Dios y adórale con humildad y fervor. –Reza la siguiente oración preparatoria.
“Señor mío y Dios mío: Yo creo firmemente que estas aquí presente, te adoro y amo con todo mi corazón: te doy humildemente perdón de todos mis pecados. Dadme vuestra, luz y gracia para hacer con fruto estos minutos de meditación. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confió. Dulce Corazón de María, Ángel de mi Guarda y Santos de mi devoción, interceded por mí para que haga bien esta meditación.”  (Padrenuestro…) 

Durante la meditación: Lee atentamente una frase de la meditación. Reflexiona con calma sobre lo que acabas de leer. No tengas prisa por pasar a otra frase, sino detente en la que estas meditando, mientras en su consideración halles significaciones, comparaciones, gusto y consolación. 

Pregúntate: ¿Qué fruto debo sacar de esta verdad? ¿Me he portado como veo que me debo portar? ¿Qué debo hacer en adelante? ¿Qué medios debo tomar? En fervoroso coloquio arrepiéntete, promete, consulta y suplica a los Santos, a la Virgen y a Dios. — Has propósitos concretos y para hoy. 

Después de la meditación: Examínate cómo has hecho la meditación. Arrepiéntete de las faltas cometidas durante ella, y da gracias por las luces que durante ella te haya concedido el Señor. No te disipes durante el día, y pon en práctica los propósitos de la meditación.

(Continuara)

Desde la Soledad del Sagrario

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.