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sábado, 1 de septiembre de 2012

Cuando el Amor se tambalea ante la cruz del dolor... ¿será posible?


¿Qué hacer?… ¿qué decir?…
¿cuándo la Cruz se hace presente inesperadamente? 
La vida es hermosa… la vida es bella… pero cuando aparecen las pequeñas crucecitas afiladas, pesadas, que aplastan por la sorpresa, por la cruda realidad, porque ha llegado en momentos donde la vida sonreía y planes maravillosos se hacían… todo cae por la inesperada llegada del dolor, del sufrimiento, de la enfermedad, un accidente… de la muerte inesperada del ser amado… por la cesantía del trabajo que creíamos seguro… por la casa que puede perderse… por el carro nuevo que se pierde en el accidente…por la hija adolescente que sorpresivamente esta embarazada, por el hijo que ha caído en droga, por el cónyuge que ha sido infiel...todo parece nublarse, vientos huracanados nos parece que nos comienzan a azotar, lluvias descontroladas que nublan nuestro hermoso día de felicidad… ¿Qué hacer?...
SIMPLEMENTE ELEVAR LA MIRADA… y con el corazón en la mano… decid… “JESUS yo confió en TI… cuantas veces apriete el dolor y el sufrimiento… cuantas veces el alma se siente desolada… cuantas veces el cuerpo se sienta crucificado… a diestra y siniestra… a tiempo y destiempo… desde los brazos de la Mater: “JESUS, YO CONFIO EN TI”… a pesar de  TODO… porque Tu eres mi mayor bien… mi única felicidad…hoy, mañana y siempre...
Desde la Soledad del Sagrario

2 comentarios:

  1. Asi sea, así es, así será. Orar para sperar la aflicción, pero trabajar para el mismo fin, que Dios ayuda pero debemos pner de nuestra parte y no pensar que todo va a venir solo con la oración. Como en el chiste que Dios le dice al hombre, que si, que te va a tocar pero Por FAVOR, compra el decimo o boleto de loteria por lo menos.

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  2. Cierto… tiene toda la razón… y abundando en el tema me animo a expresarme sobre experiencias vividas que avalan el contenido de la entrada. Y es que estoy convencida que
    la oración sincera… de corazón… nos regala la fortaleza, el ánimo y el deseo de trabajar al gusto divino respondiendo generosamente a las exigencias de Dios…La oración hecha con pureza y humildad nos concede ideas, luces, ganas para abrazados a la cruz seguir detrás de Cristo… dándonos a manos llenas… en el lugar que nos ha tocado vivir… sin esa oración asidua y de confianza no hubiera podido sobrellevar los pequeños alfilerazos del diario vivir… las pequeñas cruces que Dios en su infinito amor me ha regalado… la oración nos hace valientes, nos abre nuevas dimensiones y sentido de responsabilidad y deber al fiel cumplimiento que se nos pide… ¡Dios siempre viene a nuestro rescate!!
    Recuerdo con ternura a mi santa madre, cuando mi amado padre ya retirado, enfermo, hombre activo desde niño en el trabajo, entro a la cocina a participar de la confección de los alimentos… dándole ordenes a mami a diestra y siniestra, fiscalizando lo mas mínimo que hacía en la cocina. Mami estaba a punto de estallar, no podía mas, se sentía invadida en su campo, en su espacio de forma aplastante… Se volvió de coraz`on a la Madrecita Celestial… le hablo como hija al borde de la desesperación… siguió unos días en esa oración confiada de hija a Madre singular… seguía sin decir palabra de malestar a papi… sin proyectar nada, tratando de abrazarse en caridad y comprensión pero dentro era toda una batalla… De momento… mami se da cuenta que han pasado unos días, y no siente la menor incomodidad al ver a papi en la cocina. ¡El milagro se había dado!! Y ella me lo contaba con una alegría desbordante… y así sucedió por los últimos 5 años… papi feliz en la cocina y mami ayudándole con alegría… Papi nunca se entero de nada…

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Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.