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viernes, 5 de octubre de 2012

¡CUÁNTAS COSAS NECESITO, SEÑOR!

 SÓLO ESTOY MIRANDO CUÁNTAS COSAS EXISTEN QUE NO

Pero solo una basta, y eso es  lo más importante y difícil de ver: "Sólo Tú bastas". Porque estando en Ti, Dios mío, todo lo demás vendrá por añadidura. 

Por eso, Señor, quiero pedirte apoyado en tu Palabra y promesa que aumentes mi fe, que me capacites para amar, para olvidarme de las cosas y bienes de este mundo, que entienda que, a pesar de los sin sabores y sufrimientos que me quedan por recorrer en el camino de este mundo, la felicidad y el gozo que busco están en Ti.

Enséñame a pedir, Señor. No escuches mis impertinencias egoístas, mis peticiones personales, mis apegos, gustos e ideas que sacian mi vanidad personal. Despréndeme de mí mismo y hazme cordero que se ofrece en Ti, Cordero Inmaculado, para añadirme, por tu Gracia, a la salvación del mundo.

Que sepa saborear, como los primeros discípulos, las adversidades y contratiempo que se me presentan en el camino. No como adversidades sino como medios que me acercan a Ti y me dan la oportunidad de ofrecerlos por los demás. 

Saborearlas como regalos que me brindan la ocasión de darme, de ofrecerme, de entregarme para que tu Gracia, Señor, sea derramada por tu Misericordia y Amor a todos los hombres. Ver y sentir que, ofrecido mi humilde y pequeño martirio, si así Tú lo dispones, sea agarrado a Ti elevado a la Misericordia del Padre por todos los hombres. Amén.

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