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viernes, 2 de noviembre de 2012

GRACIAS, DIOS MÍO POR LA ESPERANZA...

 San Juan 14,1-6. "No se inquieten. Crean en Dios y crean también en

de vivir para la vida eterna. Eso cambia todo el sentido de toda mi vida, porque una cosa es vivir sin esperanza y temiendo la muerte, y otra muy distinta es, a pesar de no poder evitar el miedo y el sufrimiento, vivir con la esperanza de morir con Xto. Jesús para resucitar para siempre.

Mirado así, la muerte es el momento más importante y glorioso de nuestra vida, porque representa el fin de los sufrimientos, las penas, tristezas y los trabajos de este mundo, para empezar el gozo interminable de vivir la dicha junto al Señor.

Indudablemente que no podemos imaginar cómo será eso, pero nos fiamos de la Palabra del Señor que nos tiene un lugar preparado para cada uno de nosotros.

Señor, creemos en tu Palabra y nos fiamos de Ti. Y experimentamos que, ya aquí en la tierra, tu Palabra nos hace felices y nos da gozo en las tribulaciones y sufrimientos a pesar de no ser un gozo pleno, que esperamos alcanzar cuando hayamos compartido nuestra muerte contigo. Amén.

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