Páginas

Páginas

viernes, 30 de noviembre de 2012

NO QUIERO PERDER TU ESTELA, SEÑOR...

- El Señor hace que el camino estrecho sea lo más duro


y continuar detrás de Ti. Confieso que se me hace pesado, cansado y duro. Hay muchos espacios de camino silencioso donde no te oigo ni te veo. Entonces me asalta la duda de pararme y no continuar la marcha. Me invade el desaliento y el desánimo de pensar que Tú no estás o te has ido.

Es cuando el camino se me hace más pesado, confuso y duro. Y cuanto te imploro con más fuerza o desespero que no te escondas, que te hagas presente y me des ánimo y fuerzas para seguir. Entonces descubro el valor y coraje de Andrés y Pedro, o de Santiago y Juan. 

Ellos superaron esos escollos y obstáculos y, sin desfallecer, siguieron adelante sin antes pasar por duras pruebas y dificultades. Y yo quiero repetir lo que hicieron ellos, pero no encuentro las fuerzas, las motivaciones y las ganas de emprender seriamente ese camino.

Y ya se me hace rutinario hablarte siempre de lo mismo. No dejes que me calle, Señor, y dame las fuerzas necesarias para seguir hablando y caminando. Sé que al final del camino solo estarás Tú, y eso debe bastarme, porque Tú eres la Luz, el Camino y la Vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.