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jueves, 29 de noviembre de 2012

TE BUSCO, SEÑOR...

 Como busca la cierva corrientes de agua, así

porque ansío perpetuar mi vida eternamente, y Tú eres fuente de vida eterna. Aquí, en este mundo en el que vivo ahora no encuentro lo que necesito para perpetuar mi vida. Todo es finito y tiene etiqueta de caducidad. Nada me llena plenamente ni le da sentido eterno a mi vida.

Sólo Tú, mi Señor, llenas de plenitud toda mi vida y la inundas de esperanza y de sentido. Nada de lo que necesito para vivir, en este mundo, me da lo que realmente palpita dentro de mí, la felicidad y el gozo de la vida eterna, pero no por eso dejo de buscarlo y de perseguirlo.

Y sólo en Ti encuentro la paz de saber que Tú eres la vida y la felicidad eterna. Pero, Señor, hay muchos obstáculos que me amenazan e impiden llegar a Ti. Mi debilidad se hace patente y me inclina al gozo de esta vida y al olvido de los demás. Mi naturaleza busca la felicidad inmediata y el gozo fácil, y a pesar de ser efímero y pasajero, sigo empeñado en quedarme en él.

Temo que pueda perderme y olvidarme de Ti, Dios mío. Por eso te pido que abras mi corazón y me llenes de tu Gracia. Gracia de superar mis pasiones, mi cansancio, mi abulia, mi terquedad, cerrazón y soberbia, para que liberado de esas cadenas que me aprisionan, encuentre el camino de estar siempre contigo y a tu lado.

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