Páginas

Páginas

domingo, 26 de mayo de 2013

¡SEÑOR, ABRE MI CORAZÓN!



Porque de nada me sirve que el Espíritu, enviado por Ti, me guíe hacia la Verdad plena si yo me cierro a su acción y rechazo su asistencia. Lléname de la sabiduría de saber aceptar y abrir mi corazón para recibir tu Palabra en el Espíritu Santo. 

Necesito que mi corazón se haga humilde y excluya toda soberbia y orgullo ante la proclamación de tu Palabra, para que mansamente pueda hacer vivencia en mí tu Amor. Y en tu Amor sea capaz de abrazar y perdonar a todos aquellos que me ofenden, pues yo también necesito tu perdón. Y sé que Tú me perdonas en la medida que yo perdone.

Por eso, Señor, consciente de mi debilidad, te suplico que me fortalezcas en el Espíritu Santo, y me des el don de inteligencia y sabiduría para comprender que Tú sigues ahí, en mi camino, y en el Espíritu me asistes y descubres todo aquello que necesito para recorrer el camino hacia Ti con garantías de victoria. 

Dame la paciencia de soportar y aceptar de buen agrado todo aquello que soliciten de mí, sobre todo aquello que fastidian y estropean mis planes y proyectos. Que sepa discernir bien y olvidarme para darme, porque eso es amor. Porque eso fue tu vida entregada totalmente por nosotros, por amor. En tus Manos, Señor, y en tu Espíritu pongo mi corazón.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.