Páginas

Páginas

viernes, 23 de mayo de 2014

ME MANDAS A HACER LO QUE TÚ HAS HECHO Y HACES CADA DÍA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DONDE PUEDAS




Sería dudoso y sospechosos que te mandara hacer algo aquel que no lo ha hecho. Eso ocurre mucho en nuestro mundo. Pregonan y proclaman aquellos que luego no se aplican lo que dicen y proponen que hagan los demás. El refrán lo deja bien claro: "Nadie se mira su propia corcova".

Jesús no actúa así, lo que el propone lo ha vivido Él antes. Esto lo cambia todo, porque nos habla Aquel que ha vivido primero lo que proclama y propone. Incluso ha compartido la muerte, muriendo a la soberbia, a la venganza, a la propia vanidad, a la tentación del poder, de la suficiencia... Se ha abajado hasta el límite de hacerse pobre e indefenso ante la ignorancia y suficiencia del hombre.

Ha amado primero, y luego te propone a ti y a mí que amemos también tal y como Él nos ha amado. Por lo tanto, Jesús no manda nada imposible, sino que nos comparte su propia experiencia de amor y nos invita a hacer lo mismo, porque sólo en el amor encontraremos respuesta a lo que todos buscamos:  "El gozo y la felicidad eterna". Gozo y felicidad que Él nos ha traído y nos la ofrece.

«No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros» (Jn 15, 16-17).

Amar es dar la vida. Es el extremo máximo al que se puede llegar. El amor insuperable. Y ese Amor nos lo ha dado Jesús. No hay Amigo mayor. Pidamos que nos dé un corazón semejante al suyo.



1 comentario:

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.