Páginas

Páginas

viernes, 14 de noviembre de 2014

SABER BUSCAR LO VERDADERO Y BUENO

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA UNIDA Y DEFENSA DE LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DONDE PUEDAS 




Supongo que es lo que a todos nos gustaría, saber distinguir lo bueno y auténtico, y también conseguirlo. Y es lo que todos hacemos. La diferencia es que muchos nos entretenemos con cosas caducas, aparentemente verdaderas y auténticas, pero falsas, que nos deslumbran y nos confunden.

Fundamental será formarnos y buscar el verdadero Tesoro, porque es de lo que se trata. La vida es una lucha constante por conseguir la felicidad, pero la felicidad verdadera, la que nunca se acaba. La experiencia nos dice que en este mundo conseguimos felicidad, pero una felicidad caduca, que de la misma forma que llega, desaparece. Y de esa forma no nos llega a satisfacer plenamente.

Queremos la felicidad auténtica, la verdadera, la que nunca se termina y la que nos hace feliz plenamente. Y sabemos Señor que está en Ti. Danos la sabiduría de entenderlo, de dejarnos llevar por tus Consejos, por tu Palabra, y de dejarnos amar por tu Amor. Un Amor misericordioso que nos perdona no mereciéndolo.

Te pedimos, Señor, paciencia y fortaleza para perseverar ante tantas tentaciones, provocaciones, obstáculos y pecados consecuencia de nuestra humanidad herida. Somos débiles, Señor, y necesitamos tu Fuerza para resistirnos al pecado y a las provocaciones de aquellos que quieren escandalizarnos y tentarnos. Sobre todo el Maligno que nos acecha buscando el momento oportuno para tentarnos y apartarnos de Ti.

Haznos Señor dócil a tu Espíritu, para gustar siempre el bien y gozar de tu consuelo, por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina Contigo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

2 comentarios:

  1. Gracias por estar ahí y acompañarnos. Acabamos el rezo del santo Rosario, y nos sentimos fortalecido y esperanzado en Xto. nuestro Señor.

    Buenos días a todos.

    ResponderEliminar

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.