¡Señor, no permitas que mi vida se pierda por caminos extraviados! Experimento dudas, indecisiones, ignorancias torpeza, debilidades, apegos, egoísmos, que me conducen al fracaso y a la perdición. Te necesito, Señor. Seré incapaz de caminar por la verdad y la justicia sin la asistencia de tu Espíritu. Necesito tu Luz, tu Sabiduría, tu Paciencia y tu Paz.
Ten Señor Misericordia con mi pobre vida, porque mis oídos son torpes y débiles, y no te escuchan. Mi lengua, obstinada en sus miedos y temores, se esconde y no te habla ni proclama tu Palabra, y mi vida, sin tu Gracia, Señor, se confunde, se derrumba y se aleja de tu presencia.
Dame Señor la virtud de la espera y la sabiduría de entenderte y conocerte. Que no pases por mi lado, y mis ojos permanezcan indiferentes a tu Persona. Dame la perseverancia de la fe y la confianza de fiarme de Ti, y de, abandonado en tus Manos, dejarme llevar por la acción de tu Espíritu. Amén.
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