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miércoles, 24 de diciembre de 2014

DUDAS, COMO ZACARÍAS



Quisiera Señor que mis dudas se conviertan en rocas firmes que te alaben y te bendigan. Quisiera, como Zacarías, soportar mis oscuridades y mis debilidades para, pacientemente, aguardar la hora en que Tú Misericordia nos alumbre el camino a seguir.

Porque, Tú, Señor, has nacido, tomando la Naturaleza Humana, para salvarme, y no desistirás en tu empeño para que yo te reconozca y, como Zacarías, te bendiga y te alabe. Dame Señor esa Gracia de saber esperar a pesar de no entenderte ni comprender el misterio de tu Divinidad. Alumbra mi camino y llénalo de luz para que vea, como el ciego Bartimeo, la luz de tu nacimiento.

CÁNTICO DE ZACARÍAS:
«Benedictus» (Lc 1, 68-79)

El Mesías y su Precursor
.

68Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,

69suscitándonos una fuerza de salvación

en la casa de David, su siervo,
70según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.

71Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;

72realizando la misericordia

que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
73y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.

74Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,

75le sirvamos con santidad y justicia,

en su presencia, todos nuestros días.
76Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor

a preparar sus caminos,

77anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.

78Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,

79para iluminar a los que viven en tinieblas

y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

FELIZ NAVIDAD
                                    

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