Páginas

Páginas

jueves, 24 de septiembre de 2015

SE NECESITA MÁS QUE SIMPLE CURIOSIDAD

picar en imagen para ver mejor


Muchos nos acercamos por simple curiosidad. Observar que dentro de nosotros late una curiosidad por ser buenos y verdaderos, pero, a pesar de que lo sentimos, no nos es fácil descubrirnos y motivarnos.

Reconocemos que nos gustaría, pero hoy, pesa más nuestra soberbia y pasiones que el amor a los demás. Descubrir esa limitación es descubrirnos pecadores. Ese es el pecado, nuestra soberbia, que levanta un muro delante de nuestros ojos que nos cierra el paso y enturbia nuestra mente.

Y dominados por el príncipe del mal caminamos a su ritmo y antojo. Será difícil renunciar a nosotros mismos para empezar a preocuparnos por los demás. Sin embargo, algunas circunstancias puede que nos ayuden a despertar y a darnos cuenta de nuestro camino errado.

Porque cuando descubrimos el amor y el gozo de morir a nuestras apetencias y soberbia, despertamos del letargo de la muerte y resucitamos a la vida. Pidamos al Espíritu de Dios que nos conceda esa Gracia y dispongámonos a abrirnos a su Amor. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.