Páginas

Páginas

viernes, 9 de diciembre de 2016

GRACIAS, SEÑOR, POR TU SALVACIÓN

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS


Dios nos viene a salvar, y, pensemos lo que pensemos, estamos salvados si somos capaces de abrir los brazos al abrazo, valga la redundancia, que nos da nuestro Padre Dios. No es cuestión de lamentos ni tampoco de protestas o discusiones, sino de levantar el corazón a Dios y ponernos en sus Manos.

Nuestro camino es camino de esperanza, pero también se puede convertir en lo contrario, camino de desesperanza. Y, para eso, necesitamos caminar bien asesorado y rodeado. La Iglesia, nuestra madre, nos asiste y nos acompaña, y en y con ella podemos caminar seguros. Dichosos aquellos que no siguen los consejos de los impíos y se dejan aconsejar por los consejos de Dios y por su compañía a lo largo de la travesía.

Necesitamos estar pendientes y avispados para no perdernos en el camino. A pesar de la esperanza que experimentamos con la promesa del nacimiento del Mesías, permanecemos expectante ante las diversas cuestiones que delatan la debilidad de nuestra fe. Danos, Señor, la fortaleza y la sabiduría para saber interpretar los signos de los tiempos y descubrir tu presencia en este mundo. Un mundo que nos sirve para encontrar el camino que nos conduce a Ti.

Te pedimos, Señor, que sepamos encontrar los medios que Tú pones a nuestro alcance con el fin de utilizarlos para prepararnos y descubrir tu presencia entre nosotros. Presencia que, agarrados e injertados en ella, hallaremos el camino que nos lleva a tu Casa, donde estamos invitados, po tu amor y misericordia, a pasar nuestra vida eterna en gozo y plenitud. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.