Páginas

Páginas

jueves, 8 de marzo de 2018

LIMPIA MI MIRADA, SEÑOR

Imagen relacionada
Quiero sostener mi mirada limpia. Son conscientes de los peligros que me acechan en cada momento de mi vida. El demonio está atento a mis dudas, a mis debilidades y pecados y actúa para acrecentar mis dudas y ponerme en contra del Señor. Es muy listo y tiene poder, pero nada puede hacer contra el Espíritu Santo, y a Él quiero yo agarrarme e injertarme para evitar que me separe de Ti.

El mundo, demonio y carne, son tres obstáculos difíciles de superar y con los que el demonio juega para seducirnos. Jesús también fue tentado en el desierto y nosotros también lo seremos en el camino de nuestro propio desierto. Necesitamos prepararnos y sostenernos sobrios, equilibrados y limpios. Este tiempo de cuaresma nos ayuda, pero no debemos tomárnoslo como un tiempo de sacrificio sino que debemos habituarnos a llevar una vida limpia y equilibrada que nos fortalezca para luchar contra estas tentaciones todo los días de nuestra vida.

Porque, todos los días del año son días de conversión. Y cada día empieza de nuevo. La conversión que logramos ayer y con la que crecimos, terminó ayer. Hoy empieza una nueva. Nuestra fuerza es el Señor y junto a Él iremos superando los obstáculos que nos impiden crecer y avanzar en conversión. No nos vale de mucho hacer durante este tiempo cuaresmal grandes sacrificios, si, después de terminar la cuaresma, nos relajamos y nos quedamos instalados en la comodidad.

Nuestro camino debe ser siempre moderado, pero junto al Señor y tratando de limpiar nuestra mirada hacia el mundo, demonio y carne. Sólo con el Señor, injertado en su Espíritu, iremos fortaleciéndonos y superando todas esas murallas que se levantan en nuestro camino impidiéndonos permanecer limpios y junto al Señor.

Pidamos esa Gracia y ayudémonos de la comunidad o grupos donde estemos injertados para que, el mundo, demonio y carne, no puedan arrebatarnos y separarnos de nuestro camino hacia la Casa del Padre. Amén.

1 comentario:

  1. Hemos terminado el rezo del santo Rosario. Gracias por acompanarños y Que tengan un buen día.

    Un fuerte abrazo en Xto. Jesús.

    ResponderEliminar

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.