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martes, 12 de febrero de 2019

SALMO 119, 129-136

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129 Tus leyes son maravillosas.
    ¡Con razón las obedezco!
130 La enseñanza de tu palabra da luz,
    de modo que hasta los simples pueden entender.
131 Abro la boca y jadeo
    anhelando tus mandatos.
132 Ven y muéstrame tu misericordia,
    como lo haces con todos los que aman tu nombre.
133 Guía mis pasos conforme a tu palabra,
    para que no me domine el mal.

134 Rescátame de la opresión de la gente malvada,
    entonces podré obedecer tus mandamientos.
135 Mírame con amor;
    enséñame tus decretos.
136 Torrentes de lágrimas brotan de mis ojos,
    porque la gente desobedece tus enseñanzas.

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