Páginas

Páginas

jueves, 22 de agosto de 2019

DISPONIBLES PARA CUMPLIR TU VOLUNTAD

Resultado de imagen de Mt 22,1-14
Mi humanidad huele a pecado. Un pecado que, por la Gracia de Dios, queda borrado con el bautismo, pero que, a pesar de ello puedo volver a quedar manchado. Mi naturaleza humana es de seducción fácil y tentada por este mundo puedo quedar sometido y esclavizado en sus manos, porque, mi humanidad tiende a satisfacer sus propios egoísmos. 

Nos resulta difícil escapar a nuestras propias apetencias, apetitos, pasiones e inclinaciones propias de nuestra naturaleza humana, pero si puedo luchar por cerrarme a ellas y rechazarlas. Claro, si trato de hacerlo desde mis propias fuerzas, con toda seguridad fracasaré, pero, si me pongo en Manos del Espíritu Santo, todo será diferente y con toda garantía venceré, porque, para Dios no hay nada imposible y, en Él nuestra garantía de éxito está asegurada.

Desde ahí no debemos escuchar la invitación a ese Banquete de Vida Eterna nosotros solos, porque el Maligno nos puede confundir y engañar. Lo debemos hacer siempre adheridos al Espíritu Santo, que nos asesora, nos auxilia, nos ilumina, nos da fortaleza y nos guía por el único y certero  de la Verdad y la Vida. Y es eso lo que hoy, Señor, queremos pedirte, la Gracia de no rechazar tu invitación a ese Banquete de boda que nos propones y de engalanarnos y adornarnos del mejor vestido del que disponemos para poder ser aceptados y acogidos por tu Infinito Amor Misericordioso.

Gracias, Señor, por darme esa oportunidad de caminar por este mundo, y de poder, pasando por todas las tentaciones y peligros que el camino me presenta, ser invitado al Banquete de Vida Eterna que Tú me preparas. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.