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viernes, 17 de enero de 2020

¡SEÑOR, PERDONA MIS PECADOS!

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Gracias, Señor, por crearme libre y darme la opción de decidir por mi propia voluntad. No me pones condiciones ni me exiges nada, simplemente me ofreces esa felicidad eterna que busco y me das señales y signos que, a parte de asombrarme, me descubren que Tú, Señor, eres el Hijo de Dios enviado a recuperar, rescatar y devolverme la dignidad de ser hijo de Dios. Gracias, Señor.

Pero, también aprovecho este hermoso momento y gran oportunidad, Señor, para presentarte mis parálisis, sobre todo, las que voy descubriendo en este camino hacia Ti. La parálisis del miedo y de la comodidad que me impiden en muchos momentos levantarme y seguirte con fortaleza y entrega. La parálisis de la soberbia, por la que me resisto a aceptar muchas cosas y a poner las mías primero y a no ser lo necesariamente humilde como me gustaría y aceptarme pecador. La parálisis de la lujuria y la de la impaciencia que me desesperan y atormentan en una lucha y batalla diaria. También, Señor, las parálisis de la perfección y seguridad.Todas son parálisis que me impiden avanzar hacia Ti, Señor, y minan mis fuerzas y mis ánimos. Todas esas parálisis esconden y paralizan mi fe y mi entrega total a tu Amor. 

Sí, tengo muchas parálisis, Señor, y necesito que, primero, tal y como le has dicho a ese paralítico, perdones mis pecados y, luego, mandame a levantarme, tomar mi camilla y seguir tus pasos en y con  la Esperanza, Misericordia y Amor que me ofreces y propones. Gracias, Señor. Y no permitas que me instale y me quede en mis parálisis, porque la diferencia entre el justo y el pecador es que, a pesar de ambos pecar siete veces, el pecador se instala en su pecado y no se levanta, y el justo toma su pecado y se levanta implorando, Señor, tu Misericordia y tu Amor. Amén.

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