Unifica en ti
mis dispersiones.
Apaga mis seducciones
que me precipitan al vacío.
Disuelve mis miedos
que me paralizan en la muerte.
Fija mi deseo
sólo en ti.
Acoge en tu descanso
lo que soy y lo que fui.
Benjamín González Buelta, sj.
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Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.