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miércoles, 15 de septiembre de 2021

DAME LAS FUERZAS, SEÑOR, PARA CARGAR MI CRUZ SOBRE MIS HOMBROS

 

Es obvio que mi cruz pesa, pero si es la que me toca, seguro, Señor, que, contigo, tendré las fuerzas necesarias para soportarla y llevarlas sobre mis hombros. Sé que, a lo largo del camino su peso puede ser insoportable, pero, también sé que, contigo, Señor, la carga se hace liguera y más suave. Por eso, te ruego, mi Señor, que me acompañes en mi camino de cruz, porque, yo quiero cargarla contando contigo.

Experimento que mis fuerzas fallan, se desgastan y siento deseos de abandonar la lucha. Mis hombros se desgastan y quedan maltrechos. Pero, ¡Señor, a Ti te pasó lo mismo! ¡Y no protestaste, no te rebelaste ni salió de tu boca ninguna queja!  ¿Por qué, Señor, no soy capaz de mirarte y tomar fuerzas y ejemplo de Ti?

Tú, Señor, lo lograste y venciste a la muerte, ¡Resucitaste! ¿Por qué me fe se desvanece y se debilita? ¿Acaso no creo en Ti? Dame, Señor, esa fuerza que necesito y aumenta mi fe para cargar sobre mis hombros esa cruz que me pertenece soportar. Y, sobre todo, aceptarla y añadirla a tu Cruz para que, por tu Gracia, sea fuente de purificación para todos nuestros pecados.

Gracias, Señor, porque, a pesar del dolor, que Tú me alivias, experimento que mi carga - aunque su peso permanezca - se hace más llevadera y ligera. Encuentro, aún con el dolor, sentido a mi vida y a mis sufrimientos, porque, Tú, mi Señor, has venido a aliviarnos, a salvarnos y a darnos las fuerzas para vencerlos permaneciendo a tu lado en gozo de plenitud eterna. Y, gracias también por tu Madre, que me la das como Madre y, junto a ella encuentro cobijo, fuerza, testimonio y ánimo para permanecer fiel a la Cruz donde está nuestra salvación. Amén.

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