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sábado, 13 de noviembre de 2021

CUANDO PIDES ES QUE ESPERAS RECIBIR

 

Pedir significa esperar recibir. Quien no espera recibir deja de pedir. Por tanto, claro está que cuando pides tienes vivas esperanza de que seas escuchado y, en consecuencia, recibas respecto a lo pedido, o, quizás más. En este caso, sorprendentemente más, porque, el Señor, sabe mejor que tú lo que realmente necesitas. Por tanto, pide sin descanso y persevera en la oración.

Y eso es lo que hoy, Señor, venimos a pedirte, la fortaleza y la voluntad de perseverar en la oración. Esa oración en y por la cual nos ponemos en contacto directo contigo y te hablamos de nuestra situación de fe, de espiritualidad, de  inconstancia, de desfallecimiento, de dudas, de egoísmos, de envidias, de deseos de venganzas, de tantos problemas que nos dificultan y obstaculizan parecernos a Ti. Porque, eso, Señor, es lo que realmente queremos, parecernos a Ti y vivir a tu estilo, amando y perseverando en la oración con nuestro Padre Dios.

Danos, Señor, la paciencia, la humildad y la sabiduría de sostenernos en la oración a pesar de nuestras dificultades y limitaciones. Incluso, Señor, cuando entra la oscuridad en nuestros corazones y perdemos tu presencia y tu cercanía. Que siempre, Señor, estemos dispuestos a insistir como esa pobre viuda que nos pone de ejemplo en el Evangelio de hoy. Amén.

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