Señor: como Tu pueblo elegido que empleaba la ceniza como señal de arrepentimiento, dolor y penitencia, concédenos recibirla hoy que inicia la Cuaresma no por costumbre o por superstición, sino para expresar nuestro deseo de conversión, nuestro compromiso para apartarnos del pecado,
reconciliarnos contigo, y crecer en fe, esperanza y amor, a través de los caminos que propone la Iglesia: oración, para dialogar diario contigo, nuestro Amigo, caridad, para estar atentos a los otros y ayudarlos en su necesidad, y ayuno y abstinencia para aprender a dominarnos y a privarnos de bienes para compartirlos con los demás.
Señor Jesús: que en nuestro camino cuaresmal Tu Palabra sea nuestra luz, y la Eucaristía el alimento que fortalezca nuestro corazón para acompañarte hasta la cruz y llegar a la Pascua a celebrar contigo que derrotaste la muerte con Tu Resurrección. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina
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