- “Te alabo padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo
|
Porque pequeños y pobres son aquellos que están desvalorados y marginados por la sociedad. Son aquellos a los que nadie hace caso, a los que se les tiene por inútiles o poca cosa, o aquellos cuyas acciones no son tenidas en cuenta o pasan por debajo de la mesa.
Pobres somos los que aceptamos nuestras limitaciones y, a pesar de ser desvalorados, reconocemos que no valemos para muchas cosas, pero nos esforzamos en ser lo más útil que podamos y sumarnos al esfuerzo de otros en aras del bien familiar, social o comunitario.
Te doy gracias Señor por tenerme entre tus pequeños, al menos eso quiero yo, y en ello me esfuerzo. Sé que muchas veces peco de querer ser grande y destacar entre otros. Sin embargo, experimento que meto la pata muchas veces, y eso me ayuda a darme cuenta de mi pequeñez. Por todo eso te doy gracias Señor.
Con tu Gracia trataré de seguir esforzándome en ser humilde y pequeño, al estilo de María, tu Madre. Dispuesto a guardarme para el último lugar y aprender de todos por tu amor, porque sólo sirviendo y dándome haré tu Voluntad. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.