Páginas

Páginas

sábado, 17 de noviembre de 2012

A PESAR DE MI ABURRIMIENTO...

 Lucas 18:1-8 | Aprender a predicar

y mis despiste, quiero, Señor, seguir insistiendo. Quizás esas limitaciones y vicios de mi pobre humanidad pecadora me ayuden a verme como aquel publicano humilde y avergonzado por sus pecados. Soy yo también, Señor, un pobre pecador que no me atrevo a mirarte. 

Sólo, con atrevida insistencia sigo implorando tu perdón y misericordia. Te doy las gracias por respetar mis palabras y por tu infinita paciencia con mis inoportunas súplicas. Sólo con esa actitud mi boca se llena de gratitud y mi lengua deja escapar ingente burbujas plenas de gracia y dicha.

Las Palabras de tu Hijo Jesús encienden mi corazón y vigorizan mi entendimiento. Mueven mi lengua y abren mi boca para exclamar sin parar mis humildes e insensatas súplicas implorando tu Gracia y Perdón. 

¡Gracias, Dios mío, por tus consejos y enseñanzas!, y, en el Espíritu Santo, guía mi voluntad para que nunca desfallezca y siempre esté presta a insistir con la confianza de ser atendido. Amén.

1 comentario:

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.