Páginas

Páginas

miércoles, 7 de noviembre de 2012

LLEVO CADENAS EN MI CAMINO...

 Lectura del santo evangelio según san Lucas (14,25-33):


que me impiden avanzar como yo quisiera. Incluso, a veces, me tientan a descansar y desistir de seguir caminando, y me llena un sentimiento de abandono y de pérdida del camino. Pero, por tu Gracia, Dios mío, sigo adelante contra viento y marea.

No permitas que me suceda eso, aligera mis cadenas y suaviza mis tormentos. La lucha es diaria y necesito tu concurso y ayuda. Sé que por Ti debo estar tranquilo, pero son mis fuerzas las que me fallan y las que siento que me pueden traicionar.

¡Quiero seguirte, Señor y Dios mío!, quiero seguirte hasta la última gota de mi sangre y posponer todo lo demás a tu seguimiento. Porque Tú, Señor, eres mi fortaleza, mi roca, mi baluarte, mi libertad. Seré libre en la medida que soporte y avance a tu lado sin desfallecer. 

Tengo miedo de que mi vida sea muy pesada para mis fuerzas, pero confío en que Tú estarás ahí, junto a mí, para darme las fuerzas que necesito, pues solo sé que estaré perdido. 

Padre bueno, sé que me quieres y me proteges, por eso me atrevo y empeño en seguirte, porque Tú eres mi Camino, mi Verdad y mi Vida. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.