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martes, 24 de diciembre de 2013

CÁNTICO DE ZACARÍAS: «Benedictus» (Lc 1, 68-79) El Mesías y su Precursor


8Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
69suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
70según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas. 
 
71Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
72realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
73y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán. 

74Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
75le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días. 

76Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
77anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados. 

78Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
79para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.


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