Páginas

Páginas

viernes, 20 de septiembre de 2019

LLENA MI CORAZÓN DE TU GRACIA, SEÑOR.

Resultado de imagen de Lc 8,1-3
HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 



Sé que es la única solución, porque, por mis propias fuerzas me es imposible, dejar mi vida en tus Manos, Señor. Te necesito, Señor, para que llenes mi angustiado y pobre corazón de tu Gracia, para que lleno abundantemente de ella se derrame hacia afuera y entre también en los demás iluminándolos y aliviando mi vida con tu Amor e Infinita Misericordia.

Por eso, Señor, te suplico, una vez más, que derrames tu Gracia abundantemente en mi corazón. Y, saciado de ella, sea mi corazón un manantial de tu Gracia, Señor, que salta y contagia a todo aquel que se acerque y quede impregnado de tu Amor y Vida Eterna. Porque, de no ser así y quedarse dentro de mí no sería verdadera Gracia tuya, sino puro egoísmo que se volvería contra mí mismo. Pues, Tú, Señor, eres Amor y la esencia del verdadero Amor es darse, hasta el punto de contagiar, a los demás.

Y es que el verdadero Amor es Aquel que convierte y se da hasta el extremo de dar la vida por el otro. Tal y como hizo nuestro Señor Jesús. De modo que, si tu Amor, Señor, no me cambia hasta el punto de darme a los demás, algo sucede dentro de mí que no estoy escuchando o asumiendo bien y estoy impidiendo entrar en mi corazón tu verdadera Gracia.

Insisto, Señor, tomándote por tu Palabra, y te suplico que por tu Amor Infinito derrames abundantemente tu Gracia en mi corazón y me protejas del Maligno que me acecha a cada instante de mi vida tentándome en mis puntos más frágiles y débiles. Confío en Ti, Señor, y en tus Manos me abandono. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Compartir es abrirte, hablar de lo que piensas y conoces. Si lo haces, te descubres, y animas al otro a hacer lo mismo. En ese diálogo salta el encuentro y el conocimiento mutuo, y así puede, con mucha caridad, nacer la confianza y el respeto por el otro. Es la mejor manera de vivir y de poner en practica la Voluntad de Dios.