Todo mi ser y mi obrar, Señor, quiero ponerlo en tus Manos. Porque, dejarlo en las mías - manos pecadoras - es condenar mis frutos a la infertilidad. Solo, Señor, entregados a Ti y puestos en tus Manos, serán frutos con valor de Vida Eterna. Gracias, Señor. Por todo ello, quiero y te ruego, Señor, que me des esa capacidad, fortaleza y voluntad de perseverar y permanecer en Ti.
Porque, sé, Señor, que sin Ti nada soy y nada puedo. Sol injertado en Ti - la Vid - puedo yo - sarmiento - dar verdaderos frutos de Vida Eterna. Por todo ello Señor, insisto, y no me cansaré de suplicarte, que me des la fuerza y la voluntad de permanecer en todo momento, a pesar de las tempestades, tormentas y circunstancias adversas y de oscuridad, estar injertado en Ti.
Dame, Señor la Gracia de permanecer injertado en Ti para dar buenos y hermosos frutos de Vida Eterna. Porque, sé, Señor, que sin Ti nada podré hacer ni dar. Mis frutos son frutos en Ti, Señor, y por tu Gracia.