Cuando iniciamos Blogueros con el Papa, el padre Joan me invitó a crear una página de espiritualidad. Más tarde se me ocurrió llamarla "Un Rincón para orar cada día", y así iniciamos esa aventura.
Hoy, después de año y medio o más, hemos empezado una nueva etapa, y se ha creído conveniente que "Un Rincón para Orar" siguiera, pero en forma de blog y enlazado a "Blogueros con el Papa". Y eso es lo que estamos haciendo. La etapa anterior, en la página del rincón hacia unas reflexiones diarias del Evangelio, para desde ahí invitar a cada uno, y a su manera, a reflexionar y orar.
Ese es el sentido que yo entendí desde el principio, ayudar a ponernos en oración contemplativa y reflexiva, en y con el Padre, desde el Espíritu Santo, y como nos enseñó Jesús Y eso es lo que hago humildemente, provocar un espacio de silencio y escucha, para que brote desde cada uno sus propios impulsos, en un encuentro con el Señor.
La oración no es nada más que hablar con Dios, y hablar con Dios es dar riendas sueltas a los impulsos de nuestro corazón de la manera que cada uno siente y sabe. Luego, más que dar oraciones formuladas, intento dar pautas de reflexión, meditación contemplación para que cada uno arranque desde lo más profundo de su ser, su propia oración.
Hay una invitación libre y voluntaria a que dejes tus oraciones o reflexiones, en el apartado de comentarios, y estás invitado a ello. Puedes dejar ese impulso que te nace desde lo más profundo de tu corazón y derramar esa caricia de amor que nos une a nuestro Padre Dios y a los hermanos. Ponte en Manos del Espíritu Santo y déjate guiar.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
Hoy, después de año y medio o más, hemos empezado una nueva etapa, y se ha creído conveniente que "Un Rincón para Orar" siguiera, pero en forma de blog y enlazado a "Blogueros con el Papa". Y eso es lo que estamos haciendo. La etapa anterior, en la página del rincón hacia unas reflexiones diarias del Evangelio, para desde ahí invitar a cada uno, y a su manera, a reflexionar y orar.
Ese es el sentido que yo entendí desde el principio, ayudar a ponernos en oración contemplativa y reflexiva, en y con el Padre, desde el Espíritu Santo, y como nos enseñó Jesús Y eso es lo que hago humildemente, provocar un espacio de silencio y escucha, para que brote desde cada uno sus propios impulsos, en un encuentro con el Señor.
La oración no es nada más que hablar con Dios, y hablar con Dios es dar riendas sueltas a los impulsos de nuestro corazón de la manera que cada uno siente y sabe. Luego, más que dar oraciones formuladas, intento dar pautas de reflexión, meditación contemplación para que cada uno arranque desde lo más profundo de su ser, su propia oración.
Hay una invitación libre y voluntaria a que dejes tus oraciones o reflexiones, en el apartado de comentarios, y estás invitado a ello. Puedes dejar ese impulso que te nace desde lo más profundo de tu corazón y derramar esa caricia de amor que nos une a nuestro Padre Dios y a los hermanos. Ponte en Manos del Espíritu Santo y déjate guiar.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.