Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 28 de febrero de 2019

¡SEÑOR, SOY CONSCIENTES DE MIS DEBILIDADES Y DE MI ESCLAVITUD!

Resultado de imagen de Mc 9,41-50
Nuestra naturaleza está sometida a las inclinaciones de este mundo. No podemos escapar a los sentimientos de venganza, de odio, de envidia, de ambición, de placer, de poder, de riqueza, de vanagloria, de triunfo, de todo aquello que nos haga sentir mejor que los demás. Y, aún sintiendo todo eso así experimentamos que no queremos hacer el mal sino el bien. Y siendo eso así dejamos de hacer el bien y hacemos el mal.

Esa es la lucha a la que está sometida nuestra naturaleza humana, y sólo podemos liberarnos cuando abrimos nuestro corazón al Espíritu Santo. Ese Espíritu Santo que recibimos en nuestro bautismo y que, desde ese momento, nos asiste, nos fortalece y nos ayuda a superar todas esas adversidades. Pero, necesita nuestra colaboración, pues, para eso somos libres. No podemos quedarnos pasivos esperando que nos ayude sino, además de pedirlo, poner todo lo que está a nuestro alcance.

Por eso, Señor, te pedimos que nos des toda la fuerza necesaria para la lucha de cada día contra esos obstáculos y tener la voluntad y la sabiduría de saber cortar todo aquello que nos pueda perjudicar alejándonos de Ti. Saber encontrar las circunstancias, los espacios, los ambientes y todo lo que nos sea favorable para perseverar y mantenernos unidos a Ti.

Tener la firme voluntad de despojarme de todo aquello que intuyo me está debilitando y apartándome de Ti y buscar los espacios de oración, de la frecuencia de los sacramentos y de la Eucaristía. Y la conciencia de saber que todo lo de este mundo pasa menos tu Palabra. Y, sobre todo, de cuidar mi testimonio, mi ejemplo para no escandalizar a los más vulnerables, a los más inocentes y más débiles. Por todo ello, Señor, te pido que me llenes de tu paciencia, tu fortaleza, tu humildad, tu misericordia y compasión para servir y no buscar ser servido

miércoles, 27 de febrero de 2019

LA UNIDAD EN EL AMOR Y EL BIEN

Resultado de imagen de Mc 9,38-40
No importan los grupos, las comunidades y todo lo que exija limitarnos y acapararnos. Eso no significa que son verdaderamente importantes, pero, el hecho de que muchas personas no pertenezcan a ellas y vivan de una forma muy personal su vida, no significa que estén alejadas de Dios, ni mucho menos que no sean agradables a su ojos. Mucho cuidado con eso, pues ya el Señor nos ha advertido al respecto: "Muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros" - Mt 19, 30 -.

Lo único y verdaderamente importante es hacer el bien y vivir en el amor a los demás. Lo único verdaderamente importante es sentirnos personas y ver en el prójimo lo mismo, una persona quizás necesitada de escucha, de ayuda y de buen trato. Porque, siendo verdaderamente importante la comunidad y el grupo si no nos ayuda a vivir en el amor y la misericordia de nada nos sirve.

Todas nuestras oraciones nos sirven para fortalecer nuestra caridad y nuestra preocupación por el que sufre explotación, marginación, pobreza por la cultura del pecado en la que vivimos. Por la forma de entender esta vida donde es prioritaria la economía ante que las personas. Por eso, ante esta realidad y reconociendo nuestra fragilidad y nuestras debilidades, pedimos al Señor que nos fortalezca y nos haga sensibles a las realidades en las que vivimos.

Precisamente, este mes de febrero, a punto de terminar, estamos rezando por todos aquellos que padecen hambre y cualquier forma de pobreza, para que sean asistidos en las necesidades que demandan y, también, para que la riqueza sea justamente distribuida en este mundo. ¿Qué hacemos nosotros en este apartado? ¿Rezamos al menos y nos sentimos sensibilizados y preocupados? Pues, sucede que otros, que consideramos que están fuera de nuestra comunidad o grupo, lo viven con más presencia y servicio. Pidamos al Señor que nos dé esa fortaleza, sensibilidad y capacidad de servicio para ponernos y preocuparnos por todos aquellos que sufren y lo pasan, por causa de otros, mal. Amén.

martes, 26 de febrero de 2019

LA MIRADA DE LA MUERTE Y RESURRECCIÓN

Imagen relacionada
Estamos muy ciegos y no nos damos cuenta del final de nuestro camino. Asistimos a entierros como uno más de nuestra vida y no pensamos en el nuestro. Quizás ni se nos pase por la cabeza que también llegará. Sí, lo sabemos y lo confesamos pero, ¿realmente nos damos cuenta? Lo mismo ocurre con nuestra fe. Está dormida. Decimos que creemos, pero no estamos activos ni nos movemos de nuestro habita y comodidad establecida. Nuestra fe empieza en nuestros labios y allí mismo termina.

Nos habla Jesús, pero sus Palabra no llegan a nuestros corazones. Estamos muy entretenidos con ocupar los primeros puestos y, ni nos entendemos ni nos enteramos de nada. Es posible que poco podamos hacer por nuestra cuenta, pero, no estamos solos. Él Señor nos ha prometido estar con nosotros y que si creemos en Él podemos hacer muchas cosas. Tantas como Él y hasta más - Juan 14, 12 -.

¿Dónde y cómo está nuestra fe? Esa es nuestra tarea. Dios nos ha dado libertad de elegir y tendremos que elegir, pero necesitamos estar con Él y abrirnos al Espíritu Santo. Es eso lo que tratamos, todos juntos, pedir al Señor ahora en estos momentos de oración y reflexión. Ven Señor, envíanos tu Espíritu y danos la Vida de la Gracia. Inunda nuestros corazones de tu Sabiduría y renuévanos por dentro. Haz que nos demos cuenta de saber distinguirte y conocerte. Haznos entender lo que tu Hijo, nuestro Señor Jesús, nos revela y el Dios Padre que Él nos presenta.

Queremos, Señor, conocer tu Buena Noticia. No la de los hombres ni tampoco sus leyes, sino conocer tu Corazón y tu Misericordia. La misma que tienes con todos nosotros. Haznos descubrir esa necesidad de ser compasivos y misericordioso, porque, en ellas consiste y se esconde la verdadera felicidad. Amén.

lunes, 25 de febrero de 2019

¿DESCUBRO MI POCA FE?

Resultado de imagen de Mc 9,14-29

Poco a poco empiezo a darme cuenta de mi poca fe. Incluso, despierto y empiezo a ver que, quizás mi Dios no es el mismo que el Dios de otra persona cercana a mí. Llego a descubrir que, incluso dentro de la Iglesia podemos tener muchos Dioses diferentes. Me quedo impresionado cuando tomo conciencia que los que condenaron a Jesús fueron los creyentes en el Dios de Abrahan y de Moisés. Y eso genera mi pregunta, ¿acaso hablamos de Dioses diferentes?

¿Es el Dios de Abrahan diferente al Dios en el que yo creo? ¿Y el de Moisés? Porque, sin darme cuenta quizás haya construido mi propio Dios e imaginado un dios que me permite muchas cosas a las que me siento inclinadas y sometidas. Un dios que no me estorbe mucho y que aceda a lo que yo estoy dispuesto a comprometerme y nada más. Un dios que se amolde a mis hábitos, costumbres y forma de entender la vida. Un dios que no me exija orar o hacerlo como a mí me apetezca. Un dios que, al final, haga mi voluntad y no la de él.

¿Es ese el Dios de Jesús? ¿Es ese el Dios que Jesús me propone? ¿Es ese el Dios por el que Jesús entregó su Vida? Me he quedado anonadado e impresionado. ¿Quien es mi Dios? Quizás esa sea la causa, como ocurre hoy en el Evangelio, de que sin fe nada podemos hacer. Y eso me lleva a descubrir que tengo que replantearme mi fe y mi compromiso. ¿Es mi Dios el que Jesús me propone? Porque, el Dios de Jesús no es el mismo que su pueblo le proponía. Porque, el Dios de Jesús no es un Dios de leyes que someten a los hombres; porque el Dios de Jesús no somete al hombre ni lo explota... ¿Es mi Dios un Dios al que quiero y busco complacer, o lo que busco es mi propia complacencia?

El Dios de Jesús viene a darle vida al hombre, y vida en abundancia. Quiere que el hombre se libere y viva, que llene su estomago y pueda decidir su camino. Quiere que tenga opciones de decidir su vida y optar a encontrar lo que quiere y busca. Porque, sólo hay dos opciones, la vida o la muerte. Y, supongo que todos los hombres y mujeres buscaran la vida, pero para eso tendrán primero que ser libres. Libres de todo aquello que le somete, le ciega, le manipula y desvía de la verdad. Pidamos la verdadera libertad. Amén.

domingo, 24 de febrero de 2019

EL AMOR SIEMPRE VENCE

Resultado de imagen de Lc 6,27-38
No hay otra manera de triunfar en la vida sino amando, porque, quien no ame terminará por perder hasta su propia vida. Cuando se vive en constante luchas de odio, venganza, disputas y poder se vive mal y en continuo tormento. Mientras no se perdone por amor la paz no entra en tu corazón.y siempre estarás resentido o descontento contigo mismo. La paz entra en tu corazón cuando hayas perdonado por amor.

Cuando se vive en el amor se establece una corriente de paz donde brilla y destaca la verdad y la justicia. Entonces vives confiado, agradecido, sereno y en paz. No significa esto que no haya problemas y que en algunos momentos se pase mal, pues el amor exige riesgos y soportar incomprensiones y malas actitudes. Sólo tenemos que fijarnos todo lo que nos perdona nuestro Padre Dios a pesar de lo que nos ha dado. De esa manera tenemos también nosotros que esforzarnos para corresponder a su amor y perdonar como Él nos perdona. No olvidemos que todos en Xto. Jesús somos hermanos y como tal hemos de portarnos.

Pidamos al Señor que nos enseñe a amar y que nos llene de su Gracia para superar nuestros rencores, nuestro amor propio, nuestro orgullo y nuestras pasiones. Pidamos al Señor la serenidad y la fortaleza para saber ser pacientes y descubrir en los demás las actitudes buenas que nos ayudan a amar. Descubrir todo lo que nos une y, sobre todo, esa vida que Jesús nos comunica y nos transmite para que vivamos felices y gozosos.

Pero, todo eso pasa por el esfuerzo personal de cada uno en convertirnos cada día un poco más amor parecido y semejante al que Jesús nos enseña y nos ha regalado gratuitamente. Porque, el Vive dentro de nosotros y nos transmite su Espíritu para que también nosotros vivamos como Él. Amén.

sábado, 23 de febrero de 2019

UN ADELANTO DE TU GLORIA


Resultado de imagen de Mc 9,2-13
Gracias, Señor, por descubrirnos tu Gloria y darnos ese adelanto de gozo y alegría. Es verdad que nosotros no lo hemos experimentado, pero nos consta y nos vale el testimonio de Pedro, que estaba allí contigo junto a Santiago y a Juan. Los evangelistas lo han recogido, y hoy es Marcos quien nos lo transmite. Es asombroso leer como Pedro se olvida de sí mismo y sólo piensa en Jesús, Elías y Moisés en hacerle una tienda para cada uno.

Hoy, Señor, queremos pedirte que nos descubra también la dicha de experimentarte dentro de nosotros y, como Pedro, Santiago y Juan, quedarnos extasiados y gozosos por tu presencia y transfiguaración. Gracias, Señor, por esas palmaditas que nos animan, renuevan nuestras esperanzas y nos ayudan a sostenernos en el camino. Tenemos muchas problemas y tentaciones que nos amenazan con separarnos de Ti derrumbando nuestra esperanzas y nuestra fe.

También no entendemos muchas cosas que, aunque nos fiamos de tu Palabra, nos llenan de dudas y vacilaciones. Por eso, Señor, confiamos en Ti, y en tus Manos nos abandonamos y, apoyados en tu Misericordia amorosa te pedimos que nos aumente nuestra fe y nos sostengas a tu lado. Amén.

viernes, 22 de febrero de 2019

YO TAMBIÉN QUIERO CONFESARTE COMO EL HIJO DE DIOS


Resultado de imagen de Mt 16,13-19

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Sé, Señor que, sin la asistencia del Espíritu Santo, no puedo confesarte ni entenderte. Sé que todo es don de tu Gracia y sólo puedo humildemente arrodillarme y postrarme ante Ti. Yo también quiero confesarte como el Hijo de Dios verdadero, a pesar de que no entienda nada, porque, eso si lo sé y lo he experimentado, el mundo no me da lo que busco y quiero.

Dentro de mí está escrito esa alianza que profetizó Jeremías 31, 31-33 - y que en el mundo no encuentro porque no responde a la impronta que llevo inscrita en mi corazón. Porque, ese deseo de felicidad eterna sólo se encuentra en la respuesta de tu Amor, Señor. Por eso, como Pedro, yo quiero proclamarte como el Hijo de Dios vivo que has venido al mundo a proclamarme la Buena Noticia de Salvación.

Y darte las gracias, Señor mío, por tu Infinita Misericordia, pues has dejado en Pedro y los apóstoles la continuidad de tu misión dándoles el poder de perdonar los pecados. Así, por tu Iglesia y los presbíteros que a ella sirven puedo reiniciar el camino cuando mis caídas me interrumpe mis pasos firmes. Gracias, Señor, por tu Misericordia que me levanta y me permite continuar la marcha hacia Ti.

Gracias, Señor, por esa esperanza de triunfo ante tantas amenazas y calamidades que este mundo nos hace padecer poniendo en peligro el camino de la Iglesia y la proclamación de tu Mensaje de salvación. Gracias, Señor, por el Espíritu Santo enviado por el Padre para asistirnos, fortalecernos, instruirnos y darnos la sabiduría y la paciencia para discernir y perseverar en tu camino siendo dóciles a tu Iglesia.

Confiados en tu Palabra y en tu Infinita Misericordia seguimos gozosamente nuestro camino hacia Ti, Señor, sin miedo a los peligros que el mundo nos tiende y con los que nos amenaza. Porque, unidos a Pedro y a todos los apóstoles, proclamamos que Tú eres el Hijo de Dios hecho Hombre. Amén.

jueves, 21 de febrero de 2019

¡A DÓNDE VOY, SEÑOR!

Resultado de imagen de Mc 8,27-33
Te pido, Señor, que cada día que pasa de mi vida me aumentes la fe. También, te doy gracia por la vida que me has regalado y por la fe que me ha mantenido a tu lado. Confieso que no soy un buen discípulo y que muchas veces te he defraudado con mis pecados, pero si no te conociera hoy, Señor, ¿a dónde y a quién iría?

Porque, en el mundo en el que vivo no encuentro lo que busco. Y no sólo eso, sino que es un mundo falso, lleno de peligros, de injusticias, de egoísmos y de muertes. Un mundo en el que no se busca la paz, sino el poder, la riqueza, el placer y la satisfacción aunque sea a costa del otro. Un mundo de mentiras, lleno de hipocresías y de corrupción. ¿A dónde puedo ir, Señor? Sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna.

En mi corazón está grabada tu alianza, Señor. Una alianza que Tú has escrito y que me habla de Ti. Una alianza que me fortalece y me empuja a buscar el gozo y la felicidad eternamente y que experimento en mi humilde camino que sólo puedo encontrar en el amor. Y todo eso no está en ninguna parte y menos en el mundo. Sólo se encuentra en Ti.

Por todo ello, Señor, te pido que enciendas mi corazón y lo sostengas incandescente alejado de todo ese peligro que amenaza con apagarlo. Yo quiero confesarte que eres el Hijo de Dios, pero tengo miedo que el mundo me pueda convencer y someter con sus seducciones, a las que no puedo resistir. Por eso, Señor, acudo a Ti, para que fortalecido en el Espíritu Santo sea capaz de soportar también mi camino de cruz y, abrazado a tu Cruz, vencer las peligrosas y amenazantes tentaciones del mundo, demonio y carne.

A tus brazos, Señor, me abandono y me confío apoyado en tu Cruz, en la que Tú has entregado y padecido tu Muerte. Quiero, por tu Gracia, compartir la pequeña cruz de mi vida y ofrecerte lo poco que soy con la esperanza de encontrarme contigo en la Resurrección. Amén.


miércoles, 20 de febrero de 2019

TAMBIÉN YO, SEÑOR, NECESITO VER

Imagen relacionada
Doy gracias a Dios porque mis ojos me permiten ver la luz del sol, los colores y las maravillas de la vida, los árboles y las hermosas montañas, el mar y la colorida y frondosa vegetación. Y, porque también puedo oír y escuchar los cantos de los pájaros y los hermosos sonidos de las notas musicales del pentágrama. Gracias, Señor, por poder apreciar todo lo que has creado para disfrute de tus criaturas predilectas, el hombre y la mujer.

Pero, esa mirada humana no es suficiente, Señor. Hoy quiero pedirte, como hiciste con el ciego camino de Betsaida, que me des la verdadera vista. Esa vista que no se detiene solamente en ver las cosas que Tú has creado, sino también ver ese lado del mundo con los ojos llenos de amor. Un amor paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno, para ser capaz de ver detrás de las apariencias a tus hijos como los ves Tú mismo y ser capaz de apreciar la bondad de cada uno.

Esa es la vista que quiero tener Padre. Dame esa sabiduría que me ayude a situarme en ese espacio de soledad reflexiva para ver con claridad y, a través de esa mirada limpia, pura, y llena de tu Gracia, ser capaz de encontrarte y cerrar mis oídos a toda murmuración, guardar mi lengua de toda maledicencia.y dejar sólo en mí esos buenos y bien intencionados pensamientos que bendigan.

Deposita tus Manos, Señor, en mis ojos y límpialos de toda impureza y de toda mala intención. Guardame, Señor, de la oscuridad del mundo y dame la luz para ver claramente a los hombres y penetrar con mi vista hasta sus corazones. También yo, Señor, quiero ver. No sólo lo que alcanza mi mirada de forma natural, sino con esa otra mirada sobrenatural que sólo Tú, mi Dios, puedes darme. Amén.

martes, 19 de febrero de 2019

SOSTÉN, SEÑOR, MI MIRADA EN TI

Resultado de imagen de Mc 8,14-21 por Fano
Muchas cosas nos pueden distraer y apartar de Dios. Estamos entre lobos y los que viven y buscan el poder tratan de apartarnos del hecho religioso y de que nos fijémonos solamente en ellos. Sus influencias son poderosas y pueden afectarnos peligrosamente si no andamos con cuidado y fortalecidos en la comunidad. El mundo tiene muchas razones para seducirnos y someternos. 

No nos apartemos de la mirada del Señor. Mantengamos siempre su cercanía con la frecuencia de los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía. Estemos siempre cerca para tocar al Señor, hablar con Él y limpiar nuestra alma de todas las impurezas que el mundo nos contaminas y de las malas intenciones que se cultivan en nuestros corazones. 

Señor, queremos permanecer en Ti y perseverar en tu amor. Sabemos que el mundo es un peligro constante y cada día estamos tentados por muchas cosas. Nuestra naturaleza pecadora está sometida al pecado y, sólo en Ti y por Ti podemos superarlo. Tú, Señor, eres nuestra esperanza y en Ti nos abandonamos. Te pedimos que nos llenes de tu fortaleza para resistir todas estas embestidas que el mundo nos prepara y nos propone. Esa mala intencionada levadura farisaica es un peligro constante.

No permitas, Señor, que los poderosos nos puedan y nos influyan. Los medios, la prensa, la televisión y las redes son espacios de influencias que anulan nuestras intenciones y deponen nuestra voluntad. Danos la sabiduría y el poder de discernimiento para poder sostenernos firmes en la fe y en tu Palabra. Todo lo ponemos en tus Manos y en ellas descansamos todas nuestras esperanzas. Amén.

lunes, 18 de febrero de 2019

LA EXIGENCIA A LA ACTUACIÓN DE DIOS


Resultado de imagen de Mc 8,11-13 por Fano
No aceptamos a Jesús como el Hijo de Dios ni tampoco el anuncio de su Palabra. Exigimos pruebas, porque el dios en el que nosotros creemos tiene que ser un dios que coincida con nuestra manera de pensar y de ver las cosas. Lo hicieron los del tiempo de Jesús y continúan haciéndolo los de ahora. Todos queremos y exigimos pruebas a los interrogantes y a las consecuencias de nuestros mismos pecados.

Pedimos a Dios respuestas de todo lo que sucede, de las guerras, de las miserias y muertes que suceden en nuestro mundo Pero, ¿es Él el responsable? ¿Tenemos nosotros derechos de exigirle? ¿Acaso podemos nosotros entenderle? ¿Estamos nosotros capacitados para discutirle sus planes?

Perdonanos, Señor, por tanta osadía y orgullo. Perdonanos, Señor, por sentirnos capaces de poner en duda tus planes hasta el punto de rechazarlos. Perdonanos, Señor, por tanta exigencia sin ningún derecho habiendo recibido gratuitamente todo lo que somos y tenemos de Ti. Perdonanos, Señor, por exigirte que tus planes se adapten a los nuestros y que tu Voluntad a la nuestra. Perdonanos, Señor, tanta exigencias, tanta necesad, tanta ignorancia y ceguera.

Te pedimos, Señor, que nos des la humildad necesaria para aceptar y creer en  tu Palabra siguiendo tus enseñanzas y tus mandatos. Te pedimos, Señor, que nos des la sabiduría de ponernos en tus Manos y dejarnos guiar por tu Espíritu sin rechistar ni poner en entredicho tus caminos. Danos la paciencia, la fortaleza y la perseverancia para seguir tus pasos aunque entendamos que no son los nuestros. Amén.

domingo, 17 de febrero de 2019

SALMO 119, 169-176

Resultado de imagen de Salmo 119, 169-176


169 Oh Señor, escucha mi clamor;
    dame la capacidad de discernir que me prometiste.

170 Escucha mi oración;
    rescátame como lo prometiste.
171 Que la alabanza fluya de mis labios,
    porque me has enseñado tus decretos.
172 Que mi lengua cante de tu palabra,
    porque todos tus mandatos son correctos.
173 Tiéndeme una mano de ayuda,
    porque opté por seguir tus mandamientos.
174 Oh Señor, he anhelado que me rescates,
    y tus enseñanzas son mi deleite.
175 Déjame vivir para que pueda alabarte,
    y que tus ordenanzas me ayuden.
176 He andado descarriado como una oveja perdida;
    ven a buscarme,
    porque no me he olvidado de tus mandatos.



Nota: con estos versiculos termina el Salmo 119.

sábado, 16 de febrero de 2019

SALMO 119, 161-168

Resultado de imagen de Salmo 119, 161-168


161 Gente poderosa me acosa sin razón,
    pero mi corazón tiembla únicamente ante tu palabra.
162 Me alegro en tu palabra
    como alguien que descubre un gran tesoro.
163 Odio y detesto toda falsedad,
    pero amo tus enseñanzas.
164 Te alabaré siete veces al día
    porque todas tus ordenanzas son justas.
165 Los que aman tus enseñanzas tienen mucha paz
    y no tropiezan.
166 Anhelo que me rescates, Señor,
    por eso, he obedecido tus mandatos.
167 Obedecí tus leyes,
    porque las amo mucho.
168 Así es, obedezco tus leyes y tus mandamientos
    porque tú sabes todo lo que hago.

viernes, 15 de febrero de 2019

SALMO 119, 153-160

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 


Resultado de imagen de Salmo 119, 153-160


153 Mira mi sufrimiento y rescátame,
    porque no me he olvidado de tus enseñanzas.
154 ¡Defiende mi caso, ponte de mi lado!
    Protege mi vida como lo prometiste.
155 Los perversos están lejos de ser rescatados,
    porque no se interesan en tus decretos.
156 Señor, qué grande es tu misericordia;
    que el seguir tus ordenanzas me reanime.
157 Muchos me persiguen y me molestan,
    sin embargo, no me he desviado de tus leyes.

158 Ver a esos traidores me enferma el corazón,
    porque no les importa nada tu palabra.
159 Mira cómo amo tus mandamientos, Señor.
    Por tu amor inagotable, devuélveme la vida.
160 La esencia misma de tus palabras es verdad;
    tus justas ordenanzas permanecerán para siempre.

jueves, 14 de febrero de 2019

SALMO 119, 145-152

Resultado de imagen de Salmo 119, 145-152


145 Oro con todo el corazón; ¡respóndeme, Señor!
    Obedeceré tus decretos.
146 A ti clamo; rescátame
    para que pueda obedecer tus leyes.
147 Me levanto temprano, antes de que salga el sol;
    clamo en busca de ayuda y pongo mi esperanza en tus palabras.
148 Me quedo despierto durante toda la noche,
    pensando en tu promesa.
149 Oh Señor, en tu fiel amor oye mi clamor,
    que el seguir tus ordenanzas me reanime.
150 Los que no respetan la ley vienen a atacarme;
    viven alejados de tus enseñanzas.
151 Pero tú estás cerca, oh Señor,
    y todos tus mandatos son ciertos.
152 Desde los primeros días
    sé que tus leyes durarán para siempre.

miércoles, 13 de febrero de 2019

SALMO 119, 137-144

Resultado de imagen de Salmo 119, 137-144


137 Oh Señor, tú eres recto,
    y tus ordenanzas son justas.
138 Tus leyes son perfectas
    y absolutamente confiables.
139 La indignación me agobia,
    porque mis enemigos despreciaron tus palabras.
140 Tus promesas fueron sometidas a una prueba rigurosa;
    por eso las amo tanto.
141 Soy insignificante y despreciado,
    pero no olvido tus mandamientos.
142 Tu justicia es eterna,
    y tus enseñanzas son totalmente ciertas.
143 Cuando la presión y el estrés se me vienen encima,
    yo encuentro alegría en tus mandatos.
144 Tus leyes siempre tienen razón;
    ayúdame a entenderlas para poder vivir.