Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 29 de febrero de 2012

NO DEJES QUE MIS OJOS SE CIERREN, SEÑOR.

No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo...

No permitas, Dios mío y Padre mío, que mis debilidades y apegos me separen de Ti. Sé que soy débil y mi flaqueza puede traicionarme en cualquier momento. El mundo está ahí en constante tentación y mi lucha es, segundo tras segundo, un desafío. Me siento perdido y necesito tu Mano para asirme fuertemente y ponerme a salvo.

Prometo y prometo, pero mis promesas son blandas, no tienen consistencias ni memorias. Las flaquezas las borran de mi mente, y cuando las recuerdo me siento fracasado, pecador y muy pobre. Indigno de Ti, Padre mío, pero necesitado de tu Misericordia y tu amor. Solo con ese deseo me levanto y, avergonzado, empiezo de nuevo el camino.

Se me nubla la vista, lo veo todo muy borroso. Necesito limpiar mis ojos para encontrar el camino. No me queda otro remedio que implorarte misericordia y fuerzas. Quiero ir hacia Ti. Quiero volver a casa, a la Casa de mi Padre. Me siento indigno, pero por las enseñanzas de tu Hijo me atrevo, redimido por Él, regresar a tu Casa.

Gracias, Padre bueno, por aceptarme como tu hijo por los méritos de tu amado Hijo, en el que has puesto tu complacencia. Gracias porque con su muerte has permitido que limpiara toda mi basura, mis errores y soberbia. Gracias por recibirme y dejarme entrar a tu Casa, y, encima, hacer una fiesta por mi regreso.

No me dejes sólo, ni me permitas que tu rostro se aparte de mí. Renuévame por dentro con un espíritu nuevo, y haz que mi vida descanse y se mueva en la Tuya. Amén.

martes, 28 de febrero de 2012

Mi Cruz,.. mi mejor oración de vida… simplemente porque amo a Dios, me abrazo en oración a mi Cruz…

…Cuan despreciada, incomprendida e ignorada por el mundo es la Sabiduría de la Cruz… Si el mundo supiera del tesoro que encierra la cruz… correría en pos de ella.
Hacen años que estoy escuchando los argumentos y la publicidad  de las personas de este mundo, “No sufras más”, ¿Por qué sufrir? Suelta tus cruces. ¿Por qué negarte la felicidad terrena? Levántate, ya Cristo tomo tu cruz… eres salvo… ¿para qué seguir mortificándote?
Libérate… libérate,,, suelta la cruz y se feliz… aunque los problemas sigan… aunque la enfermedad sean incurable y de larga prolongación… aunque tengas limitaciones físicas por aquel accidente o por haber nacido con ellas… aunque económicamente andes mal y cada vez más… aunque tienes un hogar donde todo es disfuncional…
Hace poco hablaba con una persona sobre la enfermedad de mi madrecita de 88 años… le comentaba sus limitaciones, le hacia hincapié en lo buena que era cuidarla, porque ella era una paciente de muy buen humor y de paciencia extraordinaria… La persona, a quien conozco hace tantos años, me comento… “entonces la cruz no es para ella sino para ti”… Sus palabras me sacudieron. Nunca he pensado algo así. Me hizo poner los pies en tierra. Todo el tiempo he estado pensando en la cruz de mi pobre madre y he tratado de hacerle sentir lo menos posible esa dolorosa cruz a cargar. ¿Mi madrecita es mi cruz? Jamás…jamás… las cruces duelen, pesan, hacen temblar, sacan lágrimas… yo no vivo esas experiencias con la enfermedad de mi madrecita…y me gozo mis días al lado de mi madrecita querida.  
No puedo pensar ni remotamente que mi madre enferma en cama, es una cruz para mí. La sola idea de ello  flagela mi corazón de hija.  Tener a Jesús  postrado en cama, no es una cruz para mí.  Para mí es un regalo hermosísimo del Cielo poder dedicarle mis días, mis horas, mis minutos a Jesús en la persona de mi madrecita.
No hace mucho alguien de la familia me llamo y dejo ver su asombro porque mami no estaba daba señales para salir de viaje eterno. Ella toda preocupada me decía que yo me iba a consumir a su lado.  Otro golpe a mi corazón de hija.
El mundo y las personas que se abrazan a este mundo todo lo que para ellos signifique “estorbo” para la felicidad terrena hay que desaparecerlo. Si el neo-nacido viene con impedimentos físicos o síndromes… hay que abortar.
Si has llegado a la vejez y eres “estorbo” para el estado o para la familia hay que usar “la eutanasia”… De paso eso de ‘morir con dignidad’ es un  disfraz de “estas estorbando mi felicidad económica y social”. 
Si el marido o la esposa tienen un accidente y quedan vegetal… parapléjico… o contrae una enfermedad incurable pero de larga vida…hay que correr a divorciarse… todavía es muy joven para cargar con una cruz así… o simplemente “No quiero”… el amor da paso al miedo o pánico a perder la felicidad terrena atada a una cruz como esa…”tengo derecho a ser feliz”
Si el hijo o la hija caen en drogas… a lanzarlos a la calle… porque no se puede con esa cruz... es intolerable perder la paz y la felicidad del momento…
Si hay un revés económico y la familia cae en la desgracia aparente de la pobreza… uno de los cónyuges pide divorcio en el acto… la depresión no le permite perder su estatus de vida… hay que regresar a él  aunque conlleve destruir la familia con la separación legal.
Si la enfermedad llega y no hay cura… y Dios no escucha… como les han sucedido a tantas personas que conozco… la persona termina con su vida… no puede tolerar una cruz tan dolorosa y sin razón alguna, que le ha robado la felicidad terrena.
El mundo nos habla de ser felices en esta vida. Sin embargo cada vez que medito en el Testamento de Santa Bernardita comprendo mejor las riquezas y sabiduría de la Cruz.  Cada vez que medito las palabras de nuestra Santa Madre Celestial a Santa Bernardita: “No  serás feliz en esta vida”… entiendo perfectamente a Jesús cuando nos dice: “Bienaventurados los que sufren o lloran porque de ellos es el Reino de los Cielos”,,, se hace clarísimo el valor de las cruces llevadas con amor y por amor.
En esta Santa Cuaresma que nos ha tocado vivir llevar las cruces del diario vivir con la santa alegría y el amor desbordante al gusto divino. Hagamos de nuestras cruces una oración de vida agradable a Dios… que suba como incienso ante el Trono de la Divina Misericordia…
Hermanos…hijos míos… las cruces aceptadas se hace livianas porque el aceptarlas con amor se vuelve una invitación que  Jesús recibe gozoso convirtiéndose en nuestro Cirineo.
Animo… a tomar la cruz diaria con la mirada fija en la Voluntad Divina…  Dios sobre todas las cosas hoy, mañana y siempre.

lunes, 27 de febrero de 2012

NUESTRA VIDA ES EL GRAN TESORO

 El camino de nuestra vida está lleno de obstáculos y tristezas, ...

No advertimos que somos inmensamente ricos. No por los bienes o tesoros de este mundo, porque de una u otra manera todo se perderá y su valor es perecedero y caduco. Nada vale porque nada permanece. Solo la Palabra de Dios es eterna, y Ella, la Palabra, nos ha hablado y prometido que nuestra vida es eterna.

Por eso, nuestro gran tesoro es nuestra vida. Tesoro inmenso porque es eterna y gozosa en plenitud. Por eso, nadie tiene derecho a quitárnosla, porque quitándonosla, no solo no logra nada, sino que pierde la suya propia. 

Pero encontrar ese gran Tesoro cuesta, se hace duro y difícil, porque no se encuentra en la superficie de esta tierra, ni en los bienes y riquezas de este mundo. Es un Tesoro que está dentro de nosotros mismos, pero encontrarlo exige olvidarnos de él y, olvidado, entregarlo y compartirlo con los demás. ¿Cómo? Pues, sirviendo, visitando al que lo necesita, al que está enfermo. Llenándonos de paciencia, de comprensión, de perseverancia, de caridad y misericordia, porque así es Dios con nosotros.

No hay otra vía. Es esa, y por esa si quieres estar a la derecha el día de su venida tendrás que vivir estas virtudes que Él te propone. Se nos hace difícil asumirlo. Experimentamos que nosotros solos no podemos. Estamos muy atados y apegados a los bienes de este mundo y olvidarlo es misión altamente dura y casi imposible. 

Pero, ¿cómo es posible que siendo así, Él se haya atrevido a dejar salir a su Hijo de su Casa para darnos todo sus bienes naturales, olvidando su divinidad, y entregarnos hasta su propia vida en una muerte de cruz. ¿Es posible eso? No cabe duda que Él sabe como soy.  

¿Y sabiéndolo lo ha hecho? Eso me hace pensar y me empuja a responderle, porque si Él confía en mí, ¿cómo no voy yo a confiar en Él? Si Él me lo ha prometido conociéndome, no puedo obviar su Palabra, porque siempre la ha cumplido. Debo responderle porque me ha dado pruebas para ello, su Resurrección.

Por lo tanto, asistido por el Espíritu Santo, prometido por Él, debo confiar que puedo llegar a alcanzar ese Tesoro que todos buscamos y anhelamos. Por eso, juntos podemos alcanzarlo todavía mejor, porque donde dos o más estamos en su nombre, allí estará Él con nosotros.

domingo, 26 de febrero de 2012

EL CAMINO HACIA LA PASCUA


El camino hacia la Pascua se hace día a día, como todos los caminos. Sin embargo, este camino necesita el esfuerzo de prepararnos y disponernos a recibir el regalo de la salvación que Jesús nos regala con su muerte, pero sobre todo con su Resurrección. Es un camino de esperanza, de alegría y gozo.

Estas oraciones nos pueden ayudar a recorrerlo y a darle sentido. Cada semana podemos meditar y reflexionar nuestro encuentro con Jesús. 

MIERCOLES DE CENIZA
(Mateo 6, 1-6. 16-18)

¡Padre!

Dios Padre bueno,
saber lo que hay en lo
profundo de mi corazón;
que no busque más recompensa
sino saber que eres mi Padre.

Padre lleno de misericordia,
que movido por tu amor,
ayude con la limosna de la caridad
a los más necesitados;
y no busque más recompensa
que tu amor y misericordia.

Padre santo,
haz que pueda ayuna
de todo lo que me separa de ti;
y no busque más recompensa
que el alimento
que da la Vida eterna,
la Comunión con Jesucristo.

1ER DOMINGO DE CUARESMA
(Mc 1,12-15)
Convertíos y creed
Señor Jesús,
tu que fuiste impulsado
por el Espíritu Santo,
haz que este mismo Espíritu
me impulse a seguirte más de cerca
y no caer en la tentación.

Que me deje hacer por tus manos
y así me convertiré,
me volveré hacia ti y creeré,
confiaré con la esperanza firme
de que siempre me buscas
cuando me alejo de ti.

¡Dichoso el hombre 
que confía en el Señor!  

Fuente: Parroquia San Ginés de Arrecife (ver aquí) 

sábado, 25 de febrero de 2012

QUIERO HACER VERDADERO AYUNO


Sería fácil, Señor, privarse un poco de comida, o de algún pequeño vicio, o de desprenderse de algo de dinero. Cuesta un pequeño esfuerzo, pero no tanto. Es cuestión de habituarse y de proponérselo.

Sin embargo, Jesús no nos pide eso, ni tampoco nos propone eso. Jesús nos pide otra clase de ayuno. Un ayuno de no mirarse en el espejo y de no verse tanto. Un ayuno de, olvidado de ti, pensar en los problemas de los otros. Un ayuno más preocupado de salvar que salvarte, porque aquel que pierde, gana. Y aquel que salva, se salva.

No por olvidarte de ti, te pierdes, sino todo lo contrario. Cuando te olvidas de ti resulta que piensas en ti. Cuando te descuidas y despreocupas de ti, es cuando más te cuidas y te preocupas. Parece una contradicción, ¡claro!, no es de este mundo, pertenece a otro. Quien busca perderse resulta que se encuentra. Resulta raro, pero es la única salvación.

Por todo ello, Señor, te pido fuerzas, valor, sabiduría, arrojo, valentía, decisión, firmeza, desapego y todo lo que me ayude a morir a mis vanidades, soberbias, vanaglorias, apegos, riquezas, poder, prestigio, incredulidad, desobediencias, mentiras... Porque yo, como el apóstol Mateo, quiero seguirte y vivir en permanente ayuno de hacer tu Voluntad.

viernes, 24 de febrero de 2012

POR TU AMOR, YO TE RESPONDO AMÁNDOTE


No me canso de decírtelo… No me canso de repetírtelo…

Te los digo con el alma… día y noche… en todo momento… mi corazón va repitiendo sin cesar…porque no se cansa de decírtelo… no se cansa de repetírtelo…Te amo… te amo… te amo… eternamente quiero amarte… Jesús de mi alma…
Amarte como si ya estuviera en el cielo… porque mi cielo es tu Amor… es Tú corazón…amarte como si mi mirada se encontrara contigo contemplándote admirada de rostro tan hermoso como el Tuyo… en este mundo no hay ninguno…
Te amo… en todo momento… mil veces al día quiero decírtelo… aunque el alma no sienta el menor deseo de decírtelo…
Te amo… a cada instante del día… gritarlo desde el silencio de mi corazón… aunque la voluntad se mueva en las bagatelas de este mundo… aunque la mente se llene de mil problemas alejando el pensamiento de Ti… aunque la mirada se pierda en tantas cosas que no me hablan de Ti…
Te amo… aunque el alma se encuentre en sequedad y aridez… aun así mi interior va repitiendo una y otra vez con pasión o sin ella, te amo… te amo… te amo…
Mientras voy trabajando… mientras me acompañan y escucho a los demás que me hablan de todo menos de Ti… mientras el ruido y el trajín del diario vivir desvié mi atención de Ti… a cada latido de mi corazón… voy repitiendo en mi interior “te amo… te amo… te amo… Jesús de mi alma… te amo…
En la misa… en la oración… en el descanso… en el jardín… en mi compartir … en la soledad o en el bullicio… en todo momento… sin desfallecer… es mi oxigeno espiritual que si no lo digo mi alma expira… por eso voy murmurando, voy repitiendo, voy expresando con el corazón derramado a borbotones o en la sequedad más alarmante… te amo… te amo… te amo… día y noche… te amo… te amo…
Te amo Jesús simplemente porque Tú me amas con locura… y de esa locura quiero alimentar mi alma y mi vida… a tus pies postrada de hinojos quiero estar… mendigando un pedacito de pan… el pan de tu adorado corazón… Lo bueno y lo malo que hay en mí… ofrecido en la patena inmaculada desde el amanecer al anochecer siempre encontraras… porque no hay nada que no entregue y ofrezca al horno de Tu Sagrado Corazón… así todo será consumido en Tu Amor… devolviéndome gracias y bendiciones para amándote morir de amor…despertando a la vida eterna…


                                  Desde la Soledad del Sagrario

jueves, 23 de febrero de 2012

LA CENIZA EN LA FRENTE


Todavía tenemos fresca ese signo en cruz de la ceniza. Es una premonición de que nuestro camino terminará en muerte, pero una muerte que no es el final, sino todo lo contrario, el comienzo de una vida eterna y gozosa si la hemos vivido aceptando la cruz que nos ha tocado vivir e injertados en XTO.JESÚS.

Porque de otra forma sería imposible vivirla. Sin Él nada podemos hacer, y la salvación que buscamos está en, con y por Él. Él es la referencia de cómo hemos de vivir y recorrer el camino.

Y ese camino debemos recorrerlo sabiendo que nuestro Padre Dios es un Padre bueno. Un Padre que sabe lo que hay en lo profundo de nuestro corazón, que nos perdona y nos quiere hasta entregarnos a su Hijo para rescatarnos del pecado y salvarnos. Un Padre al que puedo dirigirme y hablarle, porque me escucha, me oye y me responde.

Esa es nuestra recompensa, saber que tengo un Padre bueno que me salva. Y a ese Padre bueno le pido que me ayude a ser desprendido, a compartir lo que soy y tengo como única respuesta a su Amor. ¿Qué más recompensa puedo anhelar?

Padre, te pido que pueda ayunar de todo aquello que me separa de Ti, y no busque más recompensa que el alimento que da la Vida eterna, la Comunión con Jesucristo.

miércoles, 22 de febrero de 2012

LA LUCHA DE CADA DÍA


Hay escondida en cada persona humana una contradicción. Por un lado buscas la seguridad, la paz y el sosiego. Una vida tranquila, segura y alejada de tormentas y problemas que te puedan desestabilizar y quebrantar tu paz. Pero, por otro, siente la inquietud de no concederte todo lo que deseas y, contra tu propia corriente interior, te enfrentas a una lucha por crecer en perfección y dominio de ti mismo.

Podríamos estar hablando de una lucha constante entre lo que sientes de mal en tu interior, y lo que sientes como bien y piensas debes hacer. Algo así, o realmente si, como lo que dice san Pablo: "Hago lo que no quiero y dejo de hacer lo que realmente quiero".

Esos sentimientos encontrados, que nos vienen de afuera y no los podemos dominar, entran y salen como y cuando quieren, sí los podemos someter con nuestra voluntad, pero a base de esfuerzos, concentración y lucha constante. Creo que de eso se trata la etapa que hoy mismo, la Iglesia, inaugura como la Cuaresma.

O, dicho de otro modo, podríamos definir la Cuaresma como la etapa en la que ponemos en primera página de nuestra vida esa lucha de todos los días con la que tratamos de preparar y disponer nuestra vida para encontrarnos con el SEÑOR. 

Una lucha que será constante y siempre. Porque la guardia nunca se puede bajar, pero, de forma especial, tiene una fecha en que se recuerda y se pone toda la atención en ella para que no nos descuidemos y estemos atentos.

Hoy es el día señalado por la Iglesia como principio de la Cuaresma, y nos recuerda que empezamos el camino de conversión. Una conversión que nunca termina y, aunque creamos que vamos bien o que estamos en el camino, debemos siempre preguntarnos si estamos en la actitud de responder a lo que el SEÑOR nos pide a cada uno.

¿Porque una misión tendremos? El Señor nos ha creado, no para hacer número o pertenecer a una familia concreta. Tendremos una misión a la que reponder y esa misión es nuestra responsabilidad descubrirla y realizarla. Por eso, este tiempo nos puede ayudar a eso.

Pidamos al Señor que nos aclare cual es nuestra misión, y qué espera de nosotros. Estemos atento a sus Palabras, y pongamos todo lo que esté de nuestra parte seguros de que el Señor nos responderá.

martes, 21 de febrero de 2012

ELLOS NO SABIAN NADA

Luego echó agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de...

Ellos no lo sabían, ni siquiera se lo podían imaginar, ni entenderlo. ¿Nos cuesta también ahora a nosotros que tenemos más ventajas y testigos? La Cruz era un escándalo, y, peor aun, nos dejaba a un Mesías fracasado, derrotado, débil, sin poder, ridiculizado...¿Cómo entender este perfil del Mesías esperado?

Hoy, después de 2012 años también nos cuesta a nosotros entenderlo? No podemos imaginar un Dios tan loco de amor por cada uno de los hombres de este planeta. Un Dios que después de ser rechazado en los orígenes de la creación del hombre, todavía se deja ridiculizar, insultar, negar y toda clase de atropellos. ¿Se puede entender un Dios así?

Son los Apóstoles, sus Apóstoles, quienes después, en la Resurrección, y por la Gracia del Espíritu Santo empiezan a entender y a transmitirlo a los hombres. Claro, a los hombres que estén dispuesto a escuchar. Y por la Gracia de Dios, yo soy uno que creo y que me fío de las palabras que me dicen los que han creído primero que yo.

Pero, como la Samaritana, aquella mujer que tuvo un encuentro con Jesús, yo también, por mí mismo he experimentado que Jesús está dentro de mí. Su Espíritu me impulsa y me da ánimos para, fortalecido en Él, creer con firmeza, y apoyarme en su Palabra.

Pero, más todavía, mis deseos de ser feliz, y no por un ratito, sino para siempre, tienen respuesta en Él, pues me promete serlo eternamente. Y mi propia vida me descubre que fuera de Él no hay vida con sentido, sino un camino que termina en la tristeza y en el sin sentido, donde reina la angustia, la desesperación y el caos.

Por eso me siento privilegiado, querido, amado y protegido. Y, por eso, doy gracias a mi Padre Dios, y le pido que aumente mi fe, mi confianza, mis deseos de acudir a su llamada, de no dejarle plantado, de responderle, de serle fiel como la esposa al esposo o viceversa.

Sin embargo, todo eso no lo lograré con esfuerzos y trabajos para estar en los primeros puestos y lugares, sino derramando todo esa capacidad en servir a los demás, sobre todo a los más débiles y marginados. Por eso, Señor, te pido las fuerzas necesarias para empeñar todo mis esfuerzo, no servir para subir, sino en servir en aquellos que nada pueden darme.

lunes, 20 de febrero de 2012

Una oración que nos hace temblar…y pensar…

El “testamento” de Santa Bernardita
«Por la pobreza en la que vivieron papá y mamá, por los fracasos que tuvimos, porque se arruinó el molino, por haber tenido que cuidar niños, vigilar huertos frutales y ovejas; y por mi constante cansancio…, te doy gracias, Jesús.

Te doy las gracias, Dios mío, por el fiscal y por el comisario, por los gendarmes y por las duras palabras del padre Peyramale…

 No sabré cómo agradecerte, si no es en el paraíso por los días en que viniste, María, y también por aquellos en los que no viniste.

 Por la bofetada recibida, y por las burlas y ofensas sufridas, por aquellos que me tenían por loca, y por aquellos que veían en mí a una impostora; por alguien que trataba de hacer un negocio…, te doy las gracias, Madre.

Por la ortografía que jamás aprendí, por la mala memoria que siempre tuve, por mi ignorancia y por mi estupidez, te doy las gracias.

 Te doy las gracias porque si hubiese existido en la tierra un niño más ignorante y estúpido tú lo hubieses elegido…

Porque mi madre haya muerto lejos.

Por el dolor que sentí cuando mi padre, en vez de abrazar a su pequeña Bernardita, me llamó «hermana María Bernarda»…, te doy las gracias.

 Te doy las gracias por el corazón que me has dado, tan delicado y sensible, y que colmaste de amargura… Porque la madre Josefa anunciase que no sirvo para nada, te doy las gracias.

 Por el sarcasmo de la madre maestra, por su dura voz, por sus injusticias, por su ironía y por el pan de la humillación…, te doy las gracias.

Gracias por haber sido como soy, porque la madre Teresa pudiese decir de mí: «Jamás le cedáis lo suficiente»…

Doy las gracias por haber sido una privilegiada en la indicación de mis defectos, y que otras hermanas pudieran decir: «Qué suerte que no soy Bernardita»…

Agradezco haber sido la Bernardita a la que amenazaron con llevarla a la cárcel porque te vi a ti, Madre…

Agradezco que fui una Bernardita tan pobre y tan miserable que, cuando me veían, la gente decía: «¿Esa cosa es ella?», la Bernardita que la gente miraba como si fuese el animal más exótico…

 Por el cuerpo que me diste, digno de compasión y putrefacto…, por mi enfermedad que arde como el fuego y quema como el humo, por mis huesos podridos, por mis sudores y fiebre, por los dolores agudos y sordos que siento…, te doy las gracias, Dios mío.

Y por el alma que me diste, por el desierto de mi sequedad interior, por tus noches y por tus relámpagos, por tus rayos…, por todo.

Por ti mismo, cuando estuviste presente y cuando faltaste…, te doy las gracias, Jesús».
A esta hermosa oración solo quiero decir… hermanos… hijitos… tenemos que llegar a este grado de amor… a esta experiencia de amor para con Dios… al igual que nuestra Santa Hermana Bernardett tenemos que vivir aceptando todo…TODO… lo bueno y lo malo que nos toca vivir como regalos de Dios de incalculable valor para la eternidad si son aceptados con humildad… el dolor… el sufrimiento es nuestro horno para ser acrisolados y convertidos en almas verdaderamente santas… A animarnos y hacer de esta oración una oración actualizada con nuestras experiencias de vida…

   Desde la Soledad del Sagrario


domingo, 19 de febrero de 2012

CÚRAME, SEÑOR, MI PARÁLISIS

No ha venido Jesús a curar expresamente nuestras dolencias físicas, sino la enfermedad del pecado que nos condena y nos mata para siemrpre. Porque la enfermedad física no nos pierde para siempre, sino que es el paso para encontrar la verdadera vida.
 
No hay otra plegaria ni otra súplica, la primera debe ser esa: "Cúrame, SEÑOR, mi parálisis, y olvidate de todo lo demás, porque lo que importa es mi parálisis espiritual, la parálisis de mis pecados, de mis vicios y cegueras que me impiden ver que Tú eres el Hijo de Dios hecho hombre.

Hay parálisis de muchas formas, pero hay una, la más peligrosa, que me impide verme tal y como soy. Me esconde mi propia realidad e, ignorándolo todo, me dibuja mi propia vida, en mi espejo privado, sin ninguna carencia ni enfermedad. Me pinta lleno de vida, hermoso, tan guapo y suficiente, capaz de valerme por mí mismo y sin ninguna necesidad de ser salvado por otro.

Me habla y me dice que mi vida no necesita de Ti, ni de tu Amor. Me susurra que el mundo es mi mundo, y que en él está y puedo encontrar la felicidad. Me engaña, pero mi parálisis me ciega, no me deja ver la verdad. Por eso, Jesús, necesito un milagro, un prodigio que me despierte mi ceguera y me haga ver la Luz de la Verdad.

Sólo, cuando la parálisis me impide caminar físicamente advierto que necesito que alguien me sane, pero no experimento otra salvación, la más importante, porque la física volverá de nuevo a presentarse. Necesito una salvación eterna, que nunca muera y que me haga realmente feliz para siempre. Y esa solo la das Tú, Señor Jesús.

Enciende mi fe, fortalece mi esperanza y confianza, e iluminame para que me postre a tus pies con la sola intención de que me sane de toda parálisis. No sola la física sino también aquella que mata mi vida para siempre. Amén.

sábado, 18 de febrero de 2012

NECESITAMOS TU LUZ, SEÑOR, TU PRESENCIA.

NECESITO DE TU LUZ PARA QUE PUEDA VER MI CAMINO PARA QUE...

De vez en cuando se nos nubla la vista, se nos oscurece el camino, se nos desorienta nuestra brújula de santidad. Nos paramos y nos cuesta volver a empezar. Si el ESPÍRITU nos suelta para ver que tal vamos en nuestro camino, para ver nuestra firmeza y crecimiento, notamos enseguida una flojera, miramos rápidamente a derecha e izquierda porque nos notamos solos, débiles, sin apoyo.

Alzamos las manos buscando asidera, apoyo donde agarrarnos y descubrimos la oración, nuestro mejor antídoto para recuperarnos, para levantar nuestro corazón, para hablar con el SEÑOR y contarles nuestras inseguridades, nuestros esfuerzos, nuestros problemas, nuestras inconstancias, nuestras debilidades, nuestras cargas, nuestras preocupaciones... Y, de pronto, como por arte de magia, empezamos a oxigenarnos, a llenarnos de ánimo, de renovadas fuerzas, de gozo y alegría, y el camino, aunque sigue siendo duro y difícil, se hace ligero, suave y llevadero.

No dejemos nunca de hablarle al ESPÍRITU SANTO de nuestras dificultades y desánimos. No nos dejemos tocar por la aparente comodidad e individualidad. No pensemos que no podemos, porque con XTO. JESÚS. siempre somos mayoría que triunfa y vence. Nunca perdemos aunque las apariencias así lo dejen ver. ÉL siempre está ahí, para aparentando perder, ganar. Ese fue su signo, una muerte de Cruz, pérdida y fracaso aparente, que se convirtió en triunfo en la Resurrección.

viernes, 17 de febrero de 2012

¿Tu oración?... ¿Mi oración?... ¿íntima, sabrosa? ¿Y por qué no?


Hoy en día hay muchos métodos para llevar a las almas a orar. Personalmente no los entiendo… tampoco me atraen… Por otro lado me encanta y me motiva las expresiones de Santa Catalina de Siena sobre la oración.

Ella nos dice: “La oración intima, sabrosa, lo repetimos una y mil veces, llevara al alma a fundirse plenamente con Dios.”  No es hermosa esta aseveración.  Presenta la oración, no la que se hace mecánicamente… sino la oración intima… sumamente intima… de corazón a corazón… esa comunicación de hija a Padre, de Padre a hija; de enamorado a enamorada, de amigos con el Amigo mayor… de enfermo con su Medico Celestial… en esa atmósfera de intimidad donde el alma no se preocupa por nada, solamente centrada en esa presencia divina… donde las miradas se encuentran, donde la atención está puesta “no en mi”… sino “en  Ti”…  donde los oídos se abren plenamente al susurro divino… donde es el corazón quien habla, quien se expresa, quien se regocija, quien manifiesta toda una gama de sentimientos, de delicadezas, de exquisita ternura y caridad.

¡Oh, sí, si!… estoy de acuerdo con  mi hermana mayor Santa Catalina de Siena. Ella nos dice que esa oración íntima es “sabrosa”.  ¿Sabrosa?  ¿Por qué dudarlo?  Da gusto estar en intimidad con Dios… da gusto estar en la presencia divina… da gusto contemplar la faz de Dios… y todo en el marco de la fe que nos lanza a ver, sin ver nada… a sentir, sin sentir nada… porque Dios se encarga de estos pormenores que el alma no entiende, pero, que Dios si sabe y llena de gusto, de sabor… exquisito… que provoca en el alma la sed y el hambre de Dios… de estar con Dios… de vivir a Dios… de ser poseída por Dios… ¿y por qué no?...de poseer a Dios… Y esto lo viven el sacerdote, la religiosa, la novicia, el seminarista, la ama de casa,  los casados, el obrero, el profesional… el joven, el anciano, el enfermo…el niño… todos…TODOS… los que de una forma u de otra buscan íntimamente a Dios en la oración…

Busquemos a Santa Catalina en plena oración… sumergidos en oración intima… escuchémosla expresarse y gustemos de esas palabras… de esa experiencia mística… “Tú que eres la Luz…me llevas a ser luz  contigo. Tú que eres Fuego, me haces participante contigo del Fuego y en tu Fuego, unes mi voluntad con la Tuya. “

¡Sublime!! ¿No  sientes el deseo de vivir esta experiencia?… ¿no te sientes en la necesidad de experimentar esta oración a este grado de intimidad sabrosa con Dios?..., ¿No viene a tu mente cierto pequeño reproche… porque ella si… y yo no puedo?  Oh… si… si… ojala que hayas sentido esta inquietud… este deseo se despierte en ti… en mí… Santa Catalina lo logro simplemente porque se abrió de par en par  a la gracia divina.

“Pedid y se os dará… buscad y se os abrirá.” Hay que pedir con toda el alma “intimidad sabrosa con Dios”… hay que buscarla con perseverancia… como enamorada que va en busca del amor de su amado.  Hay que buscar la ocasión para entrar en soledad, silencio… en el aposento de tu alma… y allí tocar la puerta insistentemente hasta que Dios la abra de par en par.

Pero que nos dice nuestra amada hermana mayor…Santa Catalina de Sienna… la santa de Fuego… del Fuego de Dios. La santa nos habla de la unión de voluntades… tu voluntad unida a la voluntad divina.  ¡Wau!!  ¿Cómo lograrlo? ¡Oh! ¡Fácil!  Ella nos pide conseguir tres cosas para lograr este objetivo. Primero un trato de amistad.  Dios es tu amigo… tu mayor amigo… tu mejor amigo… un  amigo con poder…un amigo fiel… un amigo de confianza…un amigo en todo momento… un amigo que te ama con locura…un amigo que te conoce mejor que tú mismo… Dios es tu “AMIGO”…

Segundo: conseguir una familiaridad intima con Dios. Fácil.  Si Dios es tu Amigo incondicional… has comprendido esta verdad… la has digerido correctamente… te ha gustado enormemente… te ha fascinado… entonces ahora solo queda buscar  a tu Amigo Divino y hablarle, convertirlo en tu confidente, volverte su amigo… gozarte de esa amistad las 24 horas del día…

Tercero: llegar a sentir un amor fuerte por Dios. ¡Oh, si…si…claro que sí!!! Si Dios es ”tu Amigo a todo dar”… y has desarrollado vivir una amistad verdadera, gozosa, el amor por Dios brota, sencillamente y simplemente, porque estas teniendo experiencia de vida con Dios… Entre más te acercas a Dios… entre más le hablas, lo contemplas… más crece el amor a ese Amigo extraordinario que solo sabe compartir su felicidad de estar contigo, de que estas con Él.

Amigos… Dios es lo máximo… Nadie existe como Dios… Nadie es tu Amigo como Dios… nadie te lleva y te llena a la verdadera felicidad como Dios… ¿Qué estas esperando para iniciar esta corriente de vida con Dios desde la oración más simple, sencilla, riquísimamente sabrosa… esa oración íntima con Dios? Hay mucho tiempo perdido… levántate e inicia el camino de la oración. No quedaras defraudado... con Dios...jamás...

Un abrazo desde la Soledad del  Sagrario…

jueves, 16 de febrero de 2012

SEÑOR, QUE NO SE ME OLVIDEN TUS PALABRAS Y LAS MÍAS

... Señor todos los días de mi vida; no permitas que jamás me aparte de Ti; ...


Sí, porque muchas veces vivimos distraidos y sin darnos cuenta actuamos según nosotros y no según el ESPÍRITU que vive en nosotros. Me ha pasado por la cabeza ese pensamiento, y me ha pasado porque leyendo antiguas reflexiones me he dado cuenta que las tenía olvidadas, y pensé: ¿Me pasará igual con las cosas que leo, medito, reflexiono y me comprometo?.

Eso hace nacer en mí el compromiso de estar siempre al tajo, es decir, no dejar ni por un momento mis obligaciones y contacto con el SEÑOR. Eso me descubre la necesidad de estar siempre a su lado, en constante relación, en no dejar ni por un momento mi actos de piedad y comunicación con ÉL. Eso me hace estar atento y en escucha permanente a la acción del ESPÍRITU SANTO que me interpela, me interroga y me dirige. No puedo despertarme ni por un momento, porque también hay otro interesado en que no cumpla.

Mucho cuidado, me digo, con los total... Total por un día no pasa nada, porque no lo haga hoy... porque hoy deje de hablar con DIOS no se va a enfadar... Claro, no va a pasar nada, pero sabemos de que pasta estamos hecho y, de un, total por... vienen más totales, y al final eso que empezó por, total porque hoy... se hace casi diario y termina por dejarlo total. Al final resulta que es verdad.

Pidamos al ESPÍRITU SANTO que, estemos como estemos, no dejemos nunca de pararnos unos minutos y hablar con ÉL., pedirle fuerzas y sabiduría, y permanecer siempre junto a ÉL,  aunque nos cueste, aunque sintamos que no tenemos ganas, aunque no parezca que no hacemos nada y perdemos el tiempo. Tengamos confianza. Hagámonos niños, y creamos en nuestro PADRE.

miércoles, 15 de febrero de 2012

¡DIOS MÍO, ILUMINAME!

DIOS MIO ILUMINAME SIEMPRE MUESTRAME EL CAMINO!

La pregunta está siempre el el alero, ¿por qué yo no logro llamar la atención del SEÑOR, como aquellas personas que le presentan a un ciego? ¿Por qué yo no logro que el SEÑOR JESÚS oiga mis súplicas y me responda afirmativamente?

¿Acaso  no le hablo yo como aquellos hombres? ¿O no tengo la fe de ellos? Son interrogantes que siempre estarán con nosotros, y que siempre tratará de aprovechar el Maligno de forma que nos distraiga y miremos a otro lugar.

Seguramente mi fe, nuestra fe no es lo suficiente firme e inocente para mover la Misericordia del SEÑOR. Reconocerlo es el primer paso para presentarnos ante JESÚS. El ESPÍRITU que está en nosotros sabe cuando nuestro corazón es puro, inocente y habla con toda firmeza y sinceridad. Nunca podremos engañarle, aun no siendo conscientes ni querer hacerlo.

El SEÑOR nos ha marcado un camino donde referenciarnos y vernos reflejados, los niños. Pues, bien, un niño se fía de todo lo que le diga su padre. Confía en su padre ciegamente, y nunca duda de sus palabras, aunque no las entienda. Para él todo lo que su padre diga tiene que ser verdad, porque experimenta que todo lo que le da su padre es bueno para él.

El niño se siente seguro, nada le falta. Tiene sus necesidades básicas satisfechas. Sus padres le procuran todo lo que necesita. Cree en ello ciegamente, ese es el sentido de creer de forma ciega. No sería igual frente a otros que no fueran sus padres. Ahora, ¿Tengo, o tenemos nosotros esa actitud? ¿Confíamos que todo lo que el SEÑOR quiere y nos da es para nuestro bien?

Nuestra razón nos siembra la duda. Nuestra machacona manía de pasar todo por el filtro de la razón nos juega una mala pasada y nos pone en actitud de no ver o no creer aquello que nos parece dudoso de realizar. Y, sabemos, que ella, la razón, crece con nuestra estatura y sabiduría, y dejamos de ser niño para pensar como hombres.

Qué razón tiene JESÚS cuando nos dice: "Si quieres entrar en el Reino de los Cielos tienes que hacerte como niño". Ahora, al menos yo, lo comprendo muy bien. Tengo que dejar en muchos momentos, sobre todo cuando hablo contigo, SEÑOR, mi razón guardada, no porque ello me haga obedecerte ciegamente, sino porque si la dejo salir no podré entenderte.

Y yo, SEÑOR, como cuando niño creía todo lo que mi padre y madre me decían sobre los reyes Magos...etc., quiero creerte a TI todo lo que TÚ me digas. Por eso, SEÑOR, te pido desde mi dureza de corazón, que me lo ablandes, que me lo conviertas en ese corazón de niño que te escucha embobado y se dejar llevar por tus Palabras. 

Una cosa te prometo, SEÑOR, que la poquita voluntad que tengo la pongo en tus Manos para que hagas en mi ese milagro de convertirme. Ángel de mi guarda, dulce compañía, intercede para que el SEÑOR convierta mi corazón viejo en un corazón limpio, confiado e ingenuo como el de un niño.

martes, 14 de febrero de 2012

SENOR… SI TU QUIERES PUEDES SANARME


¡Señor… mi dulce y amado Jesús!!… limpia mi lepra… llena mi corazón de ese ardiente, tierno amor que estalla en el tuyo.

Quiero ser como el leproso que gritaba a todo pulmón detrás de Ti… ¡Oh!!...si mi Señor… quiero gritar como él… quiero correr a tu encuentro ahí… en el sagrario…

Él se postró ante ti… humillándose… y yo mi adorado Amigo… quiero postrarme ante Ti… reconociéndote, al igual que él, que eres mi Dios… que lo eres Todo, para mí… que sin Ti… ¿Qué será de mí? ¿A quién iré si solo Tú eres mi Camino?

Quiero humillarme, como el leproso, ahí en el Sagrario… humillarme hasta el polvo… mi Dios… mi Señor… mi alcázar… mi roca de refugio…

Sentir tu mirada tierna, compasiva… tu voz que es un susurro elocuente y estremecedor que pronunciando mi nombre me invitas a incorporarme para poder mirarte a los ojos… yo pobre leprosa que no sabe nada más que de dolor…de abandono… de soledad… pero Tú estás aquí esperando escuchar mi pequeña y pobre petición…

Señor… mi Señor… mi único Señor… “si Tú quieres puedes sanarme”…
porque tu querer mueve en el acto tu corazón y el poder de tu amor concede milagros tras milagros.

Decidme mi Amado… decidme si quieres sanarme… aquí estoy a los pies del Sagrario esperando el milagro de la sanación para tan pobre, pequeño e insignificante cuerpo y alma mía… insignificante para el mundo pero no para Ti mi Dios… que has dado tu vida por mi… que me amas con locura… que esperas con ansia mi regreso “a casa”.

Aquí estoy postrada, herida de amor ante tu divina presencia… Señor hágase en mí tu Santa Voluntad…hoy, mañana y siempre…




lunes, 13 de febrero de 2012

NO TENEMOS PACIENCIA PORQUE FALLA NUESTRA FE

... y corramos con paciencia la carrera que...

Si nos damos cuenta y observamos, dentro de nosotros están las dificultades. La confianza es poca porque la ponemos en los alimentos, los bienes, las fuerzas... Porque en ellos nos sentimos seguros, al menos lo creemos, hasta que la experiencia nos demuestra nuestro error. 

No tenemos la paciencia de esperar y creer en DIOS. Sentimos miedo de padecer hambre y de perder nuestra seguridad. Nos sentimos mejor siendo esclavos, agarrados a la realidad de los sometimientos que nos encadenan nuestras propias esclavitudes. No nos atrevemos a dar un paso hacia la aventura de fiarnos en Aquel que nos promete la libertad y el eterno gozo.

Y, claro, antes de movernos pedimos pruebas, seguridades, señales... ¿Cómo voy a avanzar así en confianza y fe en mi SEÑOR? ¿Cómo me atrevo a pedirle al que me Ama y me da todo lo que soy, pruebas? ¿Por qué no me fío? ¿Por qué no me abandono en ÉL?

Pronto experimentamos que todo viene de ÉL, hasta la misma confianza que necesito para seguirle sin titubeos ni dudas. ¡SEÑOR!, dame la luz, la fuerza y la firmeza de poner toda mi confianza en TI. La fortaleza de no mirar hacia otro lado, solo para TI, y seguirte aunque no perciba un camino llano ni despejado. 

Solo así, cuando empiece a darme cuenta que sin TI no doy un paso; cuando sienta que nada puedo yo alcanzar; cuando experimente que a mí solo me toca esperar, aguardar a que TÚ quieras darme la confianza y la fe, empezaré a mover mis pies y seguirte gozoso y sin titubeos.

domingo, 12 de febrero de 2012

PREMIOS LIEBSTER

(VER AQUÍ)

A veces, en nuestros esfuerzos por corresponder al Amor que recibimos de DIOS de forma gratuita, tal y como lo hemos recibido, nos encontramos con luces de ánimo y de impulsos que nos animan a caminar y a seguir la dura batalla de cada día.

Son palabras de aliento, de motivación, de afirmación que nos descubren y nos señalan el camino a seguir. Son palmaditas en la espalda que nos inducen a seguir por esa senda y que nos revelan que vamos bien. Son regalos del ESPÍRITU puestos en boca de otros compañeros que, en su nombre, nos agradecen nuestro esfuerzo y nuestro hacer abandonados en Manos del ESPÍRITU SANTO.

Por todo ello, orgullosos de servir a los hermanos en el ESPÍRITU, y para Gloria de DIOS, no hacemos sino recibir lo que el mismo DIOS nos da: "Su Amor incondicional a través de los hermanos", y, agradecidos, lo compartimos con todos ustedes.

Pero, siguiendo las normas establecidas por el premio otorgado, harémos mención a cinco blogs donde esperamos se encuentren representados todos los demás:

1º.- "Nupcias de DIOS", es un blog que recomiendo a todos los blogueros, católicos y no católicos, que unidos por amor celebran su unión esponsal, algo más que una simple unión. Pero también, y de forma especial porque Donjoan, autor del blog, ha sido el catalizador de esta aventura bloguera de "Blogueros con el Papa", y, sobre todo, de que se iniciara este humilde y pequeño rincón para orar cada día, y el culpable de que sea yo.

2º.- "Eucaristía y familia", blog de Mauricio Traeger y Cristina, llano donde la familia se hace presente en la Eucaristía. DIOS se hace Hombre para ser el Esposo de la unidad familiar. Un blog donde se hace presente el conocer, comentar, reflexionar, meditar y compartir la conexión entre la Eucaristía y la familia de manera positiva, viva e interactiva. Les invito a visitarlo.

3º.- AHORA QUEDAMOS EN EL BLOG, Blog personal, donde, SacraMento, ese es su nombre, más conocida entre los blogueros por Mento, aunque a mí me sale mejor llamarle, Sacra, cuenta experiencias de la vida cotidiana en relación con Dios, con la familia y con los amigos. Inquieta y activa en busca del Tesoro mayor de nuestra vida, "Vivir la Vida de la Gracia. Si te apetece desconectar un ratito y descansar, conectaté a este blog, encontraras muchos amigos de los que seguro aprenderas algo bueno, como estoy aprendiendo yo, nos dice Sacra.

4º.- Eclesias TIC   “...es Nuestra Misión, la misión irrenunciable de la Iglesia: la tarea de todo creyente que obra en los medios es la de ‘allanar el camino a nuevos encuentros, asegurando siempre la calidad del contacto humano y la atención a las personas y sus verdaderas necesidades espirituales, ofreciendo a los hombres que viven este tiempo ‘digital’ los signos necesarios para reconocer al Señor’“ Benedicto XVI. Néstor Mora, autor de este magnífico blog es una persona amable, atenta y dispuesta al servicio en cuanto advierta su necesidad. Lo conocí en el 1er Encuento de Blogueros con el Papa celebrado en Madrid, y le sugiero que visiten su blog. Realmente vale la pena. 

5º.- Desahogo de un corazón con DIOS, Desahogo de un corazon locamente enamorada de Dios es la forma simple y sencilla de decirle al mundo que Dios existe, que lo he descubierto, que vivo enamorada de Él, que mi vida es puro derroche de gratitud al amor de mis Amores… que Dios vale la pena porque Dios es para mí y yo soy para Dios. Mi pequeño corazon quiere alzar su voz para contrarrestar tantas corrientes de tinieblas y anticristianas, diciéndoles a todos… a que sabe Dios… porque Dios sabe a gloria… a felicidad plena… De sor Maridel muy poco se puede decir, pues sus palabras lo dicen todo y arrojan fuego y ánsias de llegar al encuentro con el Esposo amado. Colabora conmigo en el blog de "Un Rincón para orar cada día" y también es receptora de este premio. Les invito a visitarla.


P.D. Estas son las reglas a seguir:
- Agregar el botón a tu blog
- Seleccionar a 5 personas y dejarles un comentario de que han recibido un premio.
- Animar a tus lectores a que visiten los blogs que has escogido.

¡AYUDAME, DIOS MÍO, A DESCUBRIR MI LEPRA!

 (Mc. 1, 40-45). ¡Qué grande fe la de este...

Miro a otros y los descubros leprosos, leprosos del siglo XXI, otra clase de lepra. Porque ahora nuestra lepra no es aquella que va dejando nuestro cuerpo en trozos de carne hasta quedar desnudo y nuestros huesos limpios. ¡No!, nuestra lepra es diferente, porque nuestros tiempos también son diferentes.

Nuestra lepra ahora se viste y engorda. Nuestro cuerpo se adorna, se llena de cremas, se da masajes, se embadurna de perfúmenes y de toda clase de olores que huelen a rosas y dulces fragancias agradables. También se adorna con suaves y hermosas telas que le embellecen y le hacen lucir como hermosas flores y esplendidas apamolas.

Nuestra lepra no es mal vista, ni repudiada. Nuestros leprosos ahora son admirados, ricos y nombrados, elegidos entre los demás, nombrados caballeros, privilegiados... En apariencias no huelen mal y son requeridos por todos. Consumen sin parar alcohol, drogas, fama, sexo, envidias... Prevarican, miente, engañan, explotan, matan... Prohiben vivir a los que no pueden hablar ni defenderse... Son ricos y poderosos.

Pero mientras no descubran su grave lepra no necesitaran acercarse a JESÚS para solicitar ser curados. Nosotros, los enfermos que nos experimentamos así, reconociéndonos leprosos queremos acercarnos a TI, SEÑOR, para pedirte, descubierta nuestra lepra, que nos limpie como a ese enfermo que, sabiéndose leproso, confío en TI y se acercó a que lo limpíaras.

sábado, 11 de febrero de 2012

¿ESTOY GRAVEMENTE ENFERMO? ¡OH!… NO…NO… NO LO HAGAS NO ES DE DIOS…

En estos días he escuchado  gritos y llantos de un corazón  desconsolado ante la noticia de la enfermedad… esa invitada que llega a nuestras vidas sin nadie llamarla. Que llega casi siempre cuando la vida nos sonríe esplendorosamente… con planes, ilusiones, meta a largo y corto plazo para desarrollar.
La enfermedad llega con todas sus consecuencias… porque nunca viene sola. Rompe no solo con nuestro ritmo de vida sino también con la de nuestras familias… Todo se trastoca. Llega la incertidumbre, la angustia, el miedo y en muchos el pánico. La soledad…porque hay momentos en que estamos rodeados de seres queridos pero nuestra alma experimenta una fría y creciente soledad. Llega la incomprensión… ¡oh, sí!… el lenguaje se hace difícil de expresar y de entender. La tristeza, la depresión, al ver pasar los días… todo se va complicando… y el milagro de la sanación no hay señales visibles…
La enfermedad es la cruz, pequeña o grande, más indeseada., incomprendida. Para unos… motivo y camino de santidad…para otros motivo de perdición, de volverse  agriados e insoportables con la familia…con ellos mismos.
Conozco algunos casos que ante la desesperación optaron por acabar drásticamente con sus vidas sumergiendo a la familia en el dolor más profundo y angustioso al temer por la salvación de su alma.
No…no… jamás desviar la mirada de la voluntad divina. ¡BENDITA ENFERMEDAD!! ¡Amada enfermedad que nos lleva a alcanzar la gracia de preparar nuestra alma para el regreso a casa… si ese fuera el caso. Bendita enfermedad que nos hace apóstoles, misioneros, intercesores desde nuestra pequeña cruz por la salvación de los pobres pecadores empezando por los nuestros…por nosotros mismos.
¿No te das cuenta?… Abrazados a esta nuestra cruz podemos convertir la enfermedad en un continuo, siempre en creciente, oración de reparación… nuestro dolor reparando la ingratitud humana hacia el Dador de Vida, hacia el Amor gratuito de nuestro Padre Celestial. Podemos reparar el cansancio de un misionero, la débil voluntad del joven ante la tentación, el ultraje a la dignidad humana en tantos niños, jóvenes y mujeres… derogar leyes injustas como el aborto, la eutanasia, y otras… ¡Hay tanto que hacer!
Somos pequeños mártires… ¡Oh, sí! Mártires del Amor y por Amor a Dios y a los hermanos… Aceptamos nuestra pequeña cruz de la enfermedad como la novia que va con santa alegría al altar…culminando en el lecho matrimonial… Así vamos al altar  del martirio y en este altar  nos vamos a ofrecer con santa alegría en exquisita oración…, desposándonos con el Varón de Dolores, nuestro Amado Jesucristo…uniendo nuestra pequeña pasión a la Pasión de Cristo… lo ofrecemos todo… TODO… por la salvación de las almas…porque Dios y la Mater reinen a gusto en los corazones de toda la humanidad….
Nos convertimos en colaboradores de esa redención actualizada con nuestro amado Redentor Jesucristo.
Enfermo… eres rico… vive apasionadamente tu misión de mártir mientras dure la enfermedad. No te dejes cegar por el egoísmo, por los argumentos del enemigo de las almas.  Si Dios te pide ese dolor de muela convertido en oración de amor… haz lo. Si Dios te pide ese dolor de artritis con santa alegría, ofreciendo todos los más pequeños dolores físicos y morales… haz lo… Si Dios te pide los dolores de la enfermedad terminal… esa que te hace temblar de pies a cabeza, que te arranca lágrimas y sentimientos encontrados… haz lo… piensa en el bien que haces a los tuyos… a los pobres pecadores… Date al gusto de Dios y a la forma divina.
Recuerda que en ningún momento he dicho que no sigas buscando la sanación… tienes derecho a buscarla… pero sin dejar de perder la oportunidad de convertir el momento precioso, en uno rico, para vivir hasta las últimas consecuencias, porque, TODO ES GRACIA Y SIRVE PARA LA SALVACIÓN DE LAS ALMAS.

viernes, 10 de febrero de 2012

PURIFICA MI CORAZÓN, SEÑOR


Soy consciente de mis debilidades, DIOS mío; consciente de mis apegos y mi fragilidad. Sé que mi mayor peligro se esconde dentro de mí. Lo noto porque siento deseos que no vienen de mi mente, sino que se cuelan y se confunden con mis propios pensamientos y me incitan a hacer lo que no quiero.

Gracias, DIOS mío, en el ESPÍRITU SANTO, porque siento su presencia en mis reacciones que se producen de forma espontáneas e instintivas e inician una lucha contra ese mal que amenaza someterme e inclinarme al egoísmo, a la maldad, a la envidia, a la soberbia, a la prepotencia, al prestigio, a la suficiencia...etc.

Experimento que la lucha es constante, a cada momento, a cada segundo, pero también percibo que TÚ, ESPÍRITU SANTO, estás presente en mí, alentándome, protegiéndome, dándome luz, asistencia, consejos, sabiduría, fortaleza, entendimiento, misericordia, paz...

Por eso, todos los días, cuando empiezo una tarea, cuando inicio una catequesis... en la hora de escribir, ¡siempre!, trataré de invocarte y llamarte:

Ven ESPÍRITU SANTO, llena los corazones de tus fieles,
enciende en ellos la llama de tu Amor, envía,
SEÑOR tu ESPÍRITU y nuestros corazones
serán creados de nuevo. Y se
renovará la faz de la tierra.

Oh DIOS, que has creados los corazones de tu hijos con
la luz del ESPÍRITU SANTO, haznos dóciles a tu
ESPÍRITU, para gustar siempre el bien y 
gozar de tu consuelo. Por nuestro 
SEÑOR JESUCRISTO, Tu HIJO, 
que Vive y Reina contigo
en la unidad del ESPÍRITU SANTO. Amén.