Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 23 de febrero de 2012

LA CENIZA EN LA FRENTE


Todavía tenemos fresca ese signo en cruz de la ceniza. Es una premonición de que nuestro camino terminará en muerte, pero una muerte que no es el final, sino todo lo contrario, el comienzo de una vida eterna y gozosa si la hemos vivido aceptando la cruz que nos ha tocado vivir e injertados en XTO.JESÚS.

Porque de otra forma sería imposible vivirla. Sin Él nada podemos hacer, y la salvación que buscamos está en, con y por Él. Él es la referencia de cómo hemos de vivir y recorrer el camino.

Y ese camino debemos recorrerlo sabiendo que nuestro Padre Dios es un Padre bueno. Un Padre que sabe lo que hay en lo profundo de nuestro corazón, que nos perdona y nos quiere hasta entregarnos a su Hijo para rescatarnos del pecado y salvarnos. Un Padre al que puedo dirigirme y hablarle, porque me escucha, me oye y me responde.

Esa es nuestra recompensa, saber que tengo un Padre bueno que me salva. Y a ese Padre bueno le pido que me ayude a ser desprendido, a compartir lo que soy y tengo como única respuesta a su Amor. ¿Qué más recompensa puedo anhelar?

Padre, te pido que pueda ayunar de todo aquello que me separa de Ti, y no busque más recompensa que el alimento que da la Vida eterna, la Comunión con Jesucristo.

No hay comentarios: