Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 30 de abril de 2016

EL CAMINO PRESENTA DIFICULTADES



No es un camino fácil ni cómodo seguir a Jesús. Sería necio quien así lo cree y lo presenta. El mismo Jesús nos lo dice: "Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame" (Lc 9, 23). 

Una cruz sabemos que significa. Es una carga pesada que nos crucifica lentamente en la medida que caminamos por nuestra vida. Una cruz nadie la quiere ni la pide, pero, otra cosa, es aceptarla y sumirla por amor. Jesús se entregó a una muerte de Cruz por Amor, para, dando su Vida, salvar la de nosotros. Y nos pide también a nosotros recorrer, cada uno con la suya, el mismo camino.

Hoy, Señor, te pedimos esa fortaleza que, en la paz, el gozo y la alegría, nos dé el poder para superar todos los obstáculos que la vida, nuestra vida, nos va presentando. Sabemos que el mundo, como te ocurrió a Ti, nos odia y nos repudia, pero, sabemos también, que Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida, y que el camino del mundo no lleva a ninguna parte, sino a la perdición y la muerte.

Por eso, te pedimos paz, sabiduría y fortaleza para, injertados en Ti, podamos negarnos a las ofertas y tentaciones del mundo, y, cargando nuestra cruz, seguirte sin titubeos y con firmeza. Amén.

viernes, 29 de abril de 2016

DE NADA NOS VALDRÍA SENTIRNOS SUFICIENTES

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS





Sería un grave error pensar que no necesitamos que nadie nos enseñe y sentirnos demasiado llenos de nosotros mismos. Ser suficientes y prepotentes nos lleva a no dejarnos enseñar por nadie. Esa suficiencia  y presunción nos ciega y no deja espacio a Dios. Siempre han existido, y actualmente también, hombres que cierran las puertas de su corazón al Señor.

Y lo malo, no es que sé condenan ellos, sino que también arrastran a muchos más que cegados por sus luces falsas y espejismos artificiales se dejan conducir ciegamente. En ese sentido tenemos la gran responsabilidad de ser sal y luz, como nos decían estos días pasados, para alumbrar el verdadero camino a todos aquellos que realmente desean encontrarlo.

Por lo tanto, te doy gracias, Señor, por darme la sabiduría de saberme pequeño, sencillo y limitado. Y si algo de luz doy para otros y para mí es por tu Gracia y la acción del Espíritu que nos alumbra, tanto a los que se acercan a este rincón como a mí que vivo en él. Y eso te pido, Señor, sabiduría y capacidad de saber discernir el bien del mal, y de vivir ese discernimiento con sencillez y humildad desde tu Palabra y tu Gracia.

Danos un corazón sencillo y humilde, consciente siempre que toda sabiduría y obra buena viene de ti, y que al compartirla nunca pensemos ni creamos que es mérito nuestro y que sepamos asumir, a pesar de las gracias y reconocimientos de los compañeros, que siempre nos gustan, la acción de tu Espíritu que es quien nos auxilia y nos guía y a quien debemos dar gracias.

Y, ahora, Señor, te pedimos que seamos perseverantes y que, a pesar de nuestras caídas, nuestros fallos y pecados, permanezcamos siempre pegados e injertados en Ti. Y que no busquemos el alivio y el consuelo en las cosas del mundo, sino que acudamos a Ti donde únicamente encontraremos descanso y paz. Amén.

jueves, 28 de abril de 2016

DANOS FORTALECE PARA EMPRENDER EL CAMINO SIN TITUBEOS



El camino está claro. Sabemos que tenemos que hacer, porque Jesús nos lo ha dicho muy claro y los apóstoles nos lo han transmitido claramente. No hay lugar a dudas. Y, por si las hubiera, Jesús mismo nos ha indicado que Él es el Camino, la Verdad y la Vida.

Otra cosa es que nuestras fuerzas sean débiles, y nuestra razón, limitada, dude y se deje seducir por sus flaquezas y apetencias. Nuestro egoísmo y satisfacciones tiran mucho y nos pueden. Si optamos por separarnos del Señor, será entonces el diablo quien se brinde a acompañarnos, y le será muy fácil encontrar ocasiones para seducirnos y atraparnos. Porque sabe nuestras debilidades humanas y nuestras flaquezas.

Por eso, Señor, conscientes de que no debemos separarnos de Ti, te pedimos fortaleza para emprender el camino sin titubeos y recorrerlo con firmeza y voluntad. Sabemos que ese camino nos llevará a la plenitud y a la Vida Eterna, porque Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna.

No es fácil vivirlo, porque las tentaciones son muchas, pero, si Tú nos lo manda es porque es posible. Y te has comprometido con estar a nuestro lado, porque sabes que contamos con las fuerzas necesarias para poder vencer. No nos lo mandaría si fuese superior a nuestras fuerzas, porque sería injusto. Nosotros, con voluntad y lucha, esa es la cruz que debemos cargar, e injertado en Ti, podemos vencer.

Padre bueno, danos la Gracia de soportar todos los contra tiempos y tempestades que en el trascurso de nuestra vida se nos presenta, y, confiados y esperanzados en tu Palabra y promesa danos la perseverancia de permanecer en tu Amor hasta tu segunda venida que esperamos confiados y pacientemente. Amén.

miércoles, 27 de abril de 2016

TUS ESFUERZOS SIEMPRE EN EL SEÑOR



Nadie te impide que hagas tus propias cosas. Y muchas veces, asombrado y animado por tus buenos resultados, te crees alguien inteligente y eficaz. E incluso te animas a proyectar y hacer cosas desde tu propia iniciativa. Y, ¿por qué no? Te permites hasta aconsejar y proponer caminos.

No estoy diciendo que eso no se deba hacer, ni tampoco que sea malo hacerlo. Simplemente digo lo que dice la Palabra de Dios hoy: Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. 

Lo tenemos bastante claro. Todas esas cosas, proyectos e iniciativas que tengamos son buenas, pero mejor si las hacemos en y por el Señor. A nosotros nos puede ir mal y fracasar. Es decir, nuestros frutos pueden no ser tan buenos, pero en el Señor daremos siempre frutos buenos. La cuestión es entonces permanecer en el Señor.

Y eso te pedimos, Señor, que todos nuestros esfuerzos vayan siempre encaminados a, contando contigo, dar buenos frutos en tu Nombre y por tu Nombre. Porque Tú, Señor, ere el Camino, la Verdad y la Vida y sólo en Ti daremos los frutos que, por tu Gracia, se espera de nosotros.

Nuestras últimas palabras son, Señor, para pedirte paz, sabiduría y fortaleza para nunca apartarnos de tu camino y siempre permanecer, como Tú nos dices, en Ti, y como, Tú, permaneces en nosotros. Amén.

martes, 26 de abril de 2016

SAL Y LUZ CONSECUENCIA DEL AMOR



Es posible que en muchos momentos de tu vida hayas decidido y deseado ser sal y luz. Es decir, te has esforzado en animar aquella fiesta, dar alegría a todos y aliviarles la vida un poco a los demás. Querías, ese día, que nadie se sintiera triste y, menos, derrotado. Te experimentabas sal y luz, porque con tu actitud te esforzabas en darlas.

Pero, lo que realmente estabas haciendo era amar. Porque cuando amas y te esfuerzas en ello te conviertes en sal y en luz. Con tu actitud de escucha, de atención, de servicio, de comprensión, de misericordia, de compartir empiezas y estás amando. Luego, instantáneamente, te conviertes en sal, porque das gusto a esos momentos y sentido a la alegría o sufrimiento que se vive al instante.

Y, al dar sentido, mueves a la esperanza y alumbras el camino de aquellos que se sentían bloqueados, tristes, acorralados y desalentados. Les señalas con esperanza la vereda para seguir caminando y dando pasos hacia la Luz definitiva y verdadera.

Hoy, Señor, te pedimos esa Gracia. Danos paz, sabiduría y fortaleza para ser sal y luz en este mundo hasta llegar al que Tú nos preparas y habilitas. Esa esperanza de pasar, para Siempre, junto al Padre la eternidad plena y gozosa que no podemos ni imaginar ni meterla en nuestras pobres y humildes cabezas.

Gracias, Señor, porque con tu Palabra eres la Luz que nos alumbra el camino cada día, tal y como canta el salmo de hoy: "Lámpara es tu Palabra para mis pasos, Luz en mi sendero".

Y eso queremos pedirte. Nada más y nada menos que eso. Lo único y verdaderamente importante de este mundo. El verdadero Tesoro. Que toda nuestra vida sea un caminar firme, a pesar de nuestras caídas, fracasos, errores y pecados, levantándonos al olor de la sal y la luz que nos dan esperanza y vida. Amén.

lunes, 25 de abril de 2016

APROVECHAR TODA OPORTUNIDAD



Los ambientes huelen a olores de corrupción. Todo el mundo sabe que hay corruptos en el mundo de la política, empresas y en todas partes. Se oye y se publica en los periódicos. Sin embargo, mucha gente no sabe que Jesús Vive y está entre nosotros. Algunos lo han oído, pero su ruido es tan débil que los ruidos del mundo lo apagan.

Hace días, un amigo, comentaba que ya no se acuerda ni de la misa. ¡Hacía tanto tiempo que no iba! Y es que sólo se habla del Mensaje de Jesús de puertas adentro. Muy acertado y conveniente, lo del Papa Francisco, sobre que se salga a las periferias, a la calle a proclamar el Evangelio. Este fin de semana vienen un grupo de personas de la provincia a hacer ruido y proclamar el Evangelio.

Porque la Noticia es esplendida y estamos seguros que todos la desean oír y tienen necesidad de ello. No es una noticia más, es la proclamación y anuncio de la salvación del hombre, y eso no se puede silenciar. No es cuestión de colaborar, ni de echar una mano. Se trata de una obligación que Dios pone a nuestras espaldas y nos envía a proclamar. Pero que no se desvincula de nosotros sino que nos acompaña y en el Espíritu nos asiste y auxilia.

Pero una obligación gozosa, libre, querida y deseada, porque no hay nada que nos haga más feliz que ayudar y dar la vida por otro. Y esto se experimenta cuando se vive y se comprueba. Por lo tanto, hay que aprovechar toda oportunidad de manifestar el anuncio al que Jesús nos envía para que el mundo despierte y lo oiga. Jesús Vive y se ha quedado entre nosotros para darnos la oportunidad de salvarnos.

Por lo tanto, tu vida, de alguna manera, está en tus propias manos, porque has recibido el don maravilloso de ser libre para decidir creer en Jesús o rechazarlo. Pero, antes, tendrás que conocerlo y hacerlo con conocimiento de la verdad. Y para eso se necesita oírlo, escuchar su Palabra, que Dios ha puesto en nuestras manos.

Pidamos, auxiliados por el Espíritu, sabiduría y fortaleza para no dejar de responder a esa invitación que Jesús nos encarga y, con nuestra vida y palabra, dar cumplimiento a la proclamación de la Palabra de Dios. Amén.

domingo, 24 de abril de 2016

TODAS MIS FUERZAS, SEÑOR, PARA AMAR



Amar es el resultado final de todos nuestros esfuerzos, porque sin amor nada soy. Todos mis cumplimientos, oraciones, servicios, esfuerzos y conocimientos deben ir básicamente a corresponder por amor. Jesús todo lo que hizo por ti y por mí fue por amor, porque de ser por otro motivo ya se vendría abajo, pues nuestra respuesta no ha sido buena.

Y el amor es lo que nos sostiene. Un amor comprometido, porque así nos ama el Señor. Un compromiso sin condiciones hasta el extremo de dar la vida por cada uno de nosotros. No se puede amar más. Y, nosotros, no podremos llamarnos seguidores de Jesús si no nos esforzamos en amar como Él. Ese es el mandamiento nuevo que Él nos ha dejado (Jn 13, 34-35). Y que en el Evangelio de hoy reflexionamos y tratamos de sacar conclusiones que nos ayuden a comprometernos nosotros también.

Y eso es lo que te pedimos, Señor. Porque sabemos que nuestro compromiso no puede sostenerse con nuestra humildad, limitada y pecadora palabra y vida. Necesitamos tu Espíritu y tu Fuerza para que, sostenidos en Ti, podamos tener la voluntad y el empuje de llevarlo a cabo en nuestras vidas. Danos esa sabiduría y fortaleza de encontrar caminos que nos lleven a dar cumplimiento de esa palabra de amor.

El mundo nos tienta y nos sugiere muchas comodidades y tentaciones que nos llevan a olvidarnos de los otros, de sus problemas y necesidades, y a pensar solo en nosotros. Como vivir mejor, como ser más feliz y darme un vida de placeres es lo que tenemos en mente, y a menos que nos descuidemos un poco caemos en esa tentación.

Por eso, Señor, te pedimos fuerza, luz, voluntad y un ambiente que nos ayude a, apartados de todo ese mundo frívolo y fácil, vivir en el compromiso de amar. Sobre todo a aquellos que lo necesitan, a pesar de que sean mis enemigos. Amén.

sábado, 23 de abril de 2016

EN Y POR TU NOMBRE, SEÑOR, CREO Y CAMINO HACIA TI.



Hay momentos en la vida, tengas fe o no, que te planteas interrogantes en tu vida. Interrogantes que viven dentro de ti y que, de alguna manera, buscan y persiguen respuestas: origen de la vida; muerte y sufrimientos; envidias y odios; venganzas, guerras y muchas más.

También hay momentos en los que te preguntas el por qué no hacer lo que late dentro de ti y deseas hacer. Esos impulsos cargados de solidaridad, fraternidad y amor. Experimentas una lucha a muerte dentro de tu corazón entre hacer el bien o el mal, y te planteas dos caminos: a) buscar y responder a ellos; b) o dejarte llevar, como veleta al viento, según te suceda y se presente.

Hoy, tú y yo, querido amigo, que quizás te hayas parado a leer esta humilde reflexión, tienes la respuesta muy clara. Las Palabras que Jesús en el Evangelio de hoy (Jn 14, 7-14) nos dirige son tan claras y concretas que responden a lo que tanto tú como yo estábamos esperando y sobran nuestras humildes y torpes palabras. Sólo nos queda disponer nuestro corazón y abrirnos a la acción del Espíritu Santo, y dejar que todas sus compuertas y departamentos, por  la Gracia del Espíritu, queden llenos e inundados de Fe. 

De esa Fe que mueve montañas, para que creyendo en Él vivamos la maravilla y el gozo de hacer y vivir lo mismo que hizo y vivió Jesús hecho Hombre en este mundo. Pidamos al Padre, en el Nombre de Jesús, esa Gracia para dar respuesta a su invitación de fe. Amén.

viernes, 22 de abril de 2016

CREEMOS Y ESPERAMO EN TI, SEÑOR

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS



Señor, a pesar de nuestras deficiencias, debilidades, errores, vicios y pecados, nuestras esperanzas están puestas en Ti. Porque sólo Tú tienes Palabra de Vida Eterna y en Ti ponemos todas nuestras esperanzas. Tú nos dices que has ido a prepararnos un lugar, porque en la Casa de tu Padre hay muchas mansiones. Y que volverás para llevarnos contigo a ese lugar y, junto a Ti, viviremos para siempre.

No se puede pedir más, Señor. ¡Qué alegría! A veces pienso, a pesar del temor y la incertidumbre, que será maravilloso el momento y la hora de la muerte, porque es el instante de nuestro encuentro contigo y la hora de ocupar esa hermosa mansión que nos tienes preparado junto a Ti. ¡¡No puede haber momento más hermosos!!

Que diferencia de ver la vida. Eso ya es un gozo y una esperanza. Mientras los que no creen en Ti sienten desesperación y miedo a la hora de su muerte y viven en la desesperanza, nosotros amamos, aunque no nos demos cuenta, el momento de la partida para reunirnos contigo. Desde esa esperanza entiendo ahora los versos de Santa Teresa: "Vivo sin vivir en mí, y de tal manera espero, que muero porque no muero".

Sosténnos, Señor, siempre en el verdadero y único Camino que Tú nos señalas con tu Vida y tu Verdad, porque has venido para eso, para salvarnos e indicarnos con tu Persona y tu Vida el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

jueves, 21 de abril de 2016

SERVIR ES DIFERENTE DE HACER



Se hacen muchas cosas y caemos en el peligro de valorar por aquello que se hace. Mal asunto, porque llegará un día que no servirás para hacer, pero seguirás siendo hijo de Dios. Si valoramos por lo que hacemos, que Dios nos salve, porque estamos equivocados. Ese es el camino para llegar donde nos quieren llevar muchos, el aborto y la eutanasia.

Porque nos catalogamos como seres útiles e inútiles; personas que producen y personas que no producen. Perdemos la óptica del amor. Todo en función de la productividad y del beneficio. ¡Dios mío, es la sociedad que estamos formando sin darnos cuenta! Y estamos avisados. Hoy el Señor nos lo pone bastante claro: En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado.

Esa es la medida del valor. Toda persona vale por ser hija de Dios, y no por lo que pueda aportar o dar a la sociedad. Porque, en definitiva, todo es de Dios. Todo nos ha sido dado para entregarlo y disponerlo al servicio de los demás. Este ordenador que ahora escribe, lo hace para servicio del Señor en el servicio a los demás que puedan leerlo y serle útil. Y esto, un servidor, nunca mejor dicho, no puede dejarlo por capricho, por cansancio o porque ya no le gusta. Todo es, no para la gloria del que escribe, sino para Gloria de Dios.

Nadie tiene por qué gloriarse de nada, porque nada le pertenece. Pidamos, pues, al Señor esa sabiduría y paz que nos haga comprenderle en la acción del Espíritu Santo que nos auxilia. Abrámosle nuestros corazones para que su Luz entre plenamente y nos llene de fortaleza para vivir lo que el Espíritu nos enseña y nos revela. 

Que sepamos hacer para servir, no hacer para gloriarnos y servirnos. Ahí está la diferencia. Diferencia que sólo se puede discernir y encontrar desde la acción del Espíritu Santo en nuestros corazones. Pidamos realmente esa Luz porque ese es el único y verdadero Tesoro que merece la pena encontrar. Amén.

miércoles, 20 de abril de 2016

VIVIR EN LA ESCUCHA Y VIDA DE LA PALABRA




El camino está claro: la escucha de la Palabra acompañada del esfuerzo de vivirla. Confiado en el auxilio del Espíritu Santo y de las fuerzas que de Él recibimos en la vivencia de cada día de su Palabra. Ese es el Camino, y no hay otro. Porque nuestro juicio será el de la vivencia de la Palabra, es decir, el de acomodar nuestra vida al estilo de vida de la Palabra de Dios.

Será la Palabra la que no juzgue. O lo que es lo mismo, estamos siendo juzgados cada dí en la medida que nuestra vida se amolde a la Palabra, o se aleje de la vivencia de la Palabra. Es decir, de que creamos en el Señor, o le rechacemos. Y eso, claro, vuelta a lo mismo, dependerá de conocer que dice su Palabra y que nos señala como estilo y acciones de vida. Cada cual deberá tener su hilo directo con el Espíritu Santo para caminar por los caminos que el Señor le indica de acuerdo con la Palabra.

Porque: Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien le juzgue: la Palabra que yo he hablado, ésa le juzgará el último día; porque yo no he hablado por mi cuenta, sino que el Padre que me ha enviado me ha mandado lo que tengo que decir y hablar, y yo sé que su mandato es vida eterna. Por eso, lo que yo hablo lo hablo como el Padre me lo ha dicho a mí. Por eso gritó el Señor, porque necesitaba decirlo claramente, y bastante claro que lo dejó dicho. 

Por eso, Señor, desde este humilde ricón de oración, te pedimos sabiduría y fortaleza para seguir, paso a paso, día a día, esfuerzo tras esfuerzo, en tu compañía y auxilio de tu Gracia, el camino que el Espíritu nos señala, conscientes de que somos débiles y pecadores y necesitamos toda la Misericordia de tu Amor.

martes, 19 de abril de 2016

NECESITAMOS LA FE



La fe no se puede comprar, ni tampoco se puede razonar. Sí, hay razones para creer, pero no fe que se pueda razonar. Podemos creer porque Jesús, de quien nos podemos fiar porque en Él todo se ha cumplido, nos lo dice, y porque sus Obras nos lo atestiguan. Pero, así y todo, la fe es fiarse y confiar en la Palabra de Dios. Esa es nuestra fe y nuestra esperanza.

Y eso nos exige humildad y, también, hacernos como niños. Porque un niño se fía de su padre y cree todo lo que le dice aunque no lo entienda. Un niño pregunta, pero queriendo hacer otras cosas que a él le gusta, siempre obedece al padre y se fía de su padre. Pero, ocurre, que en la medida que crecemos nuestra razón exige ver lo que nos dicen, y creer en lo que vemos. Y la fe ya nos cuesta más porque no la entendemos. Y exigimos, como aquellos judíos en el templo, que nos den razones para creer.

Es entonces cuando hace presencia y mucha falta la humildad de los niños. Necesitamos ser humildes como ellos, para, abandonados en los brazos de nuestro Padre Dios, aceptar y recibir ese don hermoso de la fe que Él nos da. Y eso es lo que hoy, Padre Bueno, te pedimos, el don de la Fe. Te pedimos que nos hagas humildes y dóciles a tu Palabra, y que abramos nuestro humilde corazón, transformado por tu Gracia, a la fe que, sólo de Tí, Señor, podemos recibir.

Queremos y te pedimos ser de tu rebaño y escuchar tu Voz, para seguirte y abrirnos a la Gracia de la Vida Eterna. No permitas, Señor, tal y como dices, que nadie nos arrebate de tus Manos, porque vivimos en un mundo lleno de peligros y amenazas que nos tientan y seducen. Danos la fuerza de sostenernos en tu presencia agarrados fuertemente a tu Palabra y a tu Gracia.

Padre Bueno, en ti confiamos y, por medio de tu Hijo, nuestro Señor Jesús, y Buen Pastor, nos ponemos a su recaudo para, sostenidos en Él, perseverar hasta su segunda venida. Amén.

lunes, 18 de abril de 2016

NUESTRAS ORACIONES SON NECESARIAS


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ORACIÓN



Padre de misericordia, concédenos comunidades cristianas vivas, fervorosas y alegres, que sean fuentes de vida fraterna y que despierten entre los jóvenes el deseo de consagrarse a Ti y a la envangelización.

Sostenlas en el empeño de proponer a los jóvenes caminos de especial consagración. Dales sabiduría para el descernimiento de las vocaciones, de modo que en todo brille la grandeza de tu amor compasivo.

Que María interceda por las comunidades cristianas, para que sean fuente de auténticas vocaciones al servicio del Pueblo santo de Dios. 

Francisco


domingo, 17 de abril de 2016

HACEMOS SILENCIO Y ORAMOS



Hoy traigo algunas oraciones que compartimos y que, en el silencio de este nuevo día que empieza, nos pueden ayudar a sostener la esperanza de que Jesús está con nosotros y nos cuida y atiende como el Buen Pastor que da la Vida por sus ovejas.

daniela - capital federal
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18 de Noviembre del 2015 - 06:56:41
Te pido señor que me ilumines, que me des la gracia de recibir al espíritu santo en mi cuerpo, que me ayudes a olvidarme de mis problemas insignificantes, que me abras los ojos y me hagas ver tu presencia en mi vida cotidiana, en los arboles, el viento, el sol, las personas. Te pido ayuda para ser mas humilde y desinteresada

Intenciones de oración del Santo Padre confiadas al Apostolado de la Oración para el año 2016

Abril

Universal. Pequeños agricultores. Que los pequeños agricultores reciban una remuneración justa por su precioso trabajo.

Por la Evangelización. Cristianos de África. Que los cristianos de África, en medios de conflictos político-religiosos, sepan dar testimonio de su amor y fe en Jesucristo.

Por los frutos del viaje del Papa a Lesbos, por todos los refugiados, por los que huyen de las guerras, de las persecuciones y las injusticia.

Por las familias, por la defensa de la vida, por todos aquellos que, queriendo amar en lo más profundo de sus corazones, se rebelan y matan.

Señor, Tú que eres el Buen Pastor, no permitas que tus ovejas sean mal tratadas, robadas y perdidas en la corrupción, prostitución, explotación. Ilumina a este mundo para que entienda el verdadero y fundamental valor de la familia y de los hijos, y de la riqueza del mundo para compartirla como bien común de todos los hombres y mujeres.

sábado, 16 de abril de 2016

LA MATERIA PERECE, EL ESPÍRITU DA VIDA



Vivimos en un mundo caduco que tiene sus días contados. Experimentamos el deterioro paulatino y continúo del planeta tierra, y, a pesar de eso, son pocos los que levantan la mirada hacia Ti, Señor, y creen en tu Palabra de Vida Eterna. Incluso, no apreciamos la ceguera que no nos deja verte. Y, lo peor, nos conformamos y aceptamos esta vida corta y pobre que el mundo nos ofrece. Realmente, ¿a dónde vamos?; ¿qué ciegos estamos?

Llena de Luz, Señor, nuestra cabeza, para que, iluminada por tu Espíritu, nos despierte y nos abra nuestros ojos cegados por las luces de este mundo caduco. Inunda, Padre, nuestros corazones de fe y sabiduría, para que, cómo los apóstoles, sepamos permanecer junto a Ti guardando tu Palabra y viviendo tu Vida.

Señor, nos sabemos pecadores, torpes y a merced, sin tu Gracia, de los placeres y tentaciones de este mundo. Te pedimos que en el Espíritu Santo nos asiste y auxilie para, venciendo las tentaciones de este mundo, podamos alcanzar esa Vida Eterna que Tú, Dios mío, nos ofrece. Amén.

viernes, 15 de abril de 2016

QUIERO, SEÑOR, ALIMENTARME DE TU CUERPO Y TU SANGRE

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




Sé que no hay otra alternativa. Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna, y aunque yo sé que mi vida va muy por debajo de las circunstancias y no merezco tal dignidad, me acerco a comulgar siempre que puedo con el firme propósito de alcanzar el estar a la altura que Tu, Dios mío, me pides.

Sé que no lo voy a conseguir por mis propias fuerzas, y tampoco por mis méritos, pues mis obras y mi vida no alcanzan ni merecen tu Misericordia. Todo será por tu Gracia, Señor, y por tu Misericordia, que por los méritos de nuestro Señor Jesucristo nos perdonas todas nuestras miserias y pecados.

Por eso, ayudado por mis buenas intenciones, acudo, Señor, cada día a recibir tu Alimento, para que confortado en Él pueda encontrar las fuerzas y la sabiduría para vivir en Ti como Tú me has prometido. Experimento que me cuesta y que no doy la talla. Experimento que, antes muchas personas de mi familia te dejo en mal lugar, o, al menos no como a mí me gustaría. Experimento que me falta mucho y que no adelanto, pero quiero expresarte mi confianza y mis deseos de dejarme transformar por tu Espíritu.

Y, hoy, Señor, te pido fuerzas, constancia, perseverancia, sabiduría y luz para saber caminar hacia Ti. No quiero otra cosa sino eso, y también todo aquello que Tú creas que me viene bien para crecer en santidad y sabiduría como a Ti te gusta. En Ti confío, Señor y en Ti pongo todas mis esperanzas. Amén.

jueves, 14 de abril de 2016

NO HAY OTRO CAMINO SINO PEDIRTE, SEÑOR, QUE NOS AUMENTES LA FE




Podemos hacer grandes cosas; podemos prepararnos hasta saber mucho; podemos emplear las mejores herramientas y estrategias para evangelizar, y hacer muchas cosas más, pero si no tenemos fe, muy poco avanzaremos. Porque la fe es saber y creer que todo nos ha venido de Dios, y que todo nos lo ha enseñado Dios, y que todo lo hará fructificar Dios. Y que nuestros medios son escucharle y ponernos en sus Manos dirigidos por el Espíritu Santo.

Bien, es verdad, que eso no significa permanecer con los brazos cruzados, ni mucho menos. Significa que nuestros pasos son pasos en los que el Espíritu está siempre presente y tomado en cuenta. Significa que, a pesar de signos contrarios y tempestades que echan todo abajo, sabemos que Tú, Señor, estás ahí nos ves, nos mira y atiendes nuestra súplicas, y nos dará lo que más y mejor nos conviene.

Y nosotros, confiados y abandonados en tus brazos, seguimos adelante con nuestro trabajo y esfuerzo. Porque sabemos la promesa de tus Palabras: Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.

Y es más, sabemos por experiencia que todo los que dices se cumple, porque todo lo que se ha profetizado en Ti, Señor, ha tenido completo cumplimiento. Las Sagradas Escrituras, sobre todo en el Antiguo Testamento,  son un rosario de profecías y promesas que tienen su cumplimiento en tu Persona, Señor. Y, como estaba profetizado, has Resucitado. ¿Cómo no vamos a creer en tu Palabra de Vida Eterna?

Danos, Señor, la Gracia y la sabiduría de crecer en tu escucha y Palabra, y aumenta nuestra fe hasta el punto de que nuestra vida sin tu Vida no pueda moverse como si del aire se tratara para vivir. Amén.

miércoles, 13 de abril de 2016

DAME DE ESE PAN, SEÑOR, PARA SACIAR MI HAMBRE Y AUMENTA MI FE PARA JUNTO A TI NUNCA MÁS TENER SED




Es posible que comamos de ese Pan Eucarístico con frecuencia, y, quizás, no experimentamos que nuestra vida crece en santidad. Al contrario, pensamos que nos acostumbramos a Pan Eucarístico y nuestra vida sigue igual. Nos experimentamos instalados, acomodados, pero no es ese nuestro deseo, Señor.

Sentimos inclinación a la comodidad, al placer, al confort y la buena vida, pero no lo aceptamos, porque hay muchos hermanos, a los que Tú quieres salvar y aliviar sus vidas, que padecen hambre y sed y no puede saciarla. Y también padecen esclavitud, persecuciones y amenazas de muerte.

Porque sabemos también, Señor, que hay muchos niños asesinados en el vientre de sus madres, y otros muchos que son esclavizados a trabajar, explotados y mal pagados y despojados de sus derechos de niños a recibir una educación y desarrollo normal como niños. Nosotros nos resistimos a esos deseos y luchamos contra ellos. No queremos mirar para otro lado, pero, eso sí, Señor, experimentamos nuestra pobreza y debilidad, y caemos en esos apegos y apetencias. Nos descubrimos pecadores.

Por eso, Señor, cuando te oímos decir que vienes enviado por el Padre para darnos el Pan de Vida Eterna resucitándonos, y que de lo que el Padre te ha dado no pierdas nada, nosotros exultamos de alegría y vamos corriendo a Ti. Porque sabemos de tu Misericordia como la del Padre.

Gracias, Señor, por perdonar todos nuestros pecados, pero te pedimos Señor que nos ayude a cambiar, a transformar nuestros corazones en corazones generosos, misericordiosos y dispuesto a darse como Tú, Señor, te nos das a nosotros. Experimentamos que nosotros no podemos cambiar sin tu Gracia, y es eso lo que te pedimos: ¡Cambianos, Señor!

martes, 12 de abril de 2016

INCRÉDULOS COMO HOY



Poco ha cambiado en lo sustancial. Hoy, como ayer, la gente sigue exigiendo signos y señales que les convenzan de la identidad del Hijo de Dios. Después que Jesús ha hecho el milagro de la multiplicación de panes y peces, donde asombrados querían proclamarlo rey, hoy, la euforia ha desaparecido y quieren, como si de un sueño se tratara, que les repita un nuevo signo de poder.

Lo mismo nos ocurre hoy. Después de un retiro, reflexión o encuentro con el Señor, salimos extasiados y eufóricos por aclamar al Señor como Señor, valga la redundancia, de nuestra vida. Pero pasado unos días las dudas vuelve a nacer en nuestro corazón y, también, el deseo de volver a un retiro o ejercicios para tener la oportunidad de cerciorarnos y creer de nuevo.

Me viene a la mente lo que responde Abraham al rico, de la parábola, cuando le pide que envíe a Lázaro a casa de sus hermanos para que crean viéndole resucitado crean. Y Abraham le responde que si no hacen caso a Moisés y los profetas, tampoco creerán por ver a un muerto (Lc 16, 19-31).

Ante tanta pobreza y pecados, Señor, aprovechamos para pedirte sabiduría y perseverancia. La seducción del mundo es fuerte, y nuestra humanidad pecadora es fácil de vencerla. Sólo, permaneciendo en Ti, Señor, podemos superar la tentación y perseverar en tu Palabra. Y eso nos remite a no apartarnos de Ti, a pedirte ese Pan que nos da la Vida y nos sacia el hambre para siempre.

Y aumenta nuestra fe, porque somos débiles y frágiles, y nuestro camino está lleno de obstáculos que nos dificultan y amenazan con separarnos de Ti. A menudo, nuestros pecados, nos remuerden la conciencia y nos sugieren que abandonemos el camino y te olvidemos. 

No permitas que pensemos así, y a pesar de ellos danos la fortaleza y la humildad de aceptarlo y, reconociéndonos pecadores, tener siempre la confianza en tu Misericordia, porque Tú, Señor, has venido para eso, para perdonarnos nuestro pecados y llevarnos a la Vida Eterna. Amén.

lunes, 11 de abril de 2016

ALIMENTA MI VIDA Y MI CORAZÓN, SEÑOR, EN PAZ, SABIDURÍA Y FORTALEZA PARA BUSCAR TU REINO.




En el cambio o trueque de cosas en nuestra vida, a veces hemos salido ganado y otras, quizás, no tanto, pero al final todo queda en nada porque las cosas de aquí abajo son caducas y no valen sino para un tiempo concreto. Muchas veces, a la hora de elegir nos equivocamos y nos cuesta aceptar reconocerlo. Pero de una u otra forma, la vida es un tiempo de elecciones y decisiones con las que hay que vivir.

El problema es que todas ellas no sirven para mucho, porque no nos garantizan tampoco mucho. Entonces, lo verdaderamente importante será guardar y elegir aquellas cosas que realmente sean verdaderos tesoros y que nos sirvan para la Vida que nos espera tras el paso de la muerte.

Un creyente en Jesús de Nazaret espera la otra Vida. La muerte significa un paso de este mundo al otro, que es el verdadero y eterno. Por lo tanto, lo importante es guardar y conseguir aquellas cosas que nos den ese pasaporte a la Vida Eterna. Y hoy, Jesús, en el Evangelio nos dice: Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.

Está bastante claro. Hay que buscar el alimento que permanece para la Vida Eterna. Y ese alimento sólo lo podemos encontrar en Jesús de Nazaret,  porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello.  Luego, donde hay que buscar es en Jesús de Nazaret, y eso significa conocerlo y permanecer a su lado. Porque sólo así podemos recibir esa Gracia que nos llene de paz, sabiduría y fortaleza.

«La obra de Dios es que creáis en quien Él ha enviado». Se trata de pedirle al Señor ese Alimento espiritual que nos fortifique, nos dé sabiduría y fortaleza para vivir en su Palabra y, creyendo en Él, confiarnos a hacer su Voluntad en la tierra como en el Cielo. Amén.

domingo, 10 de abril de 2016

ANTE TANTOS ATAQUE, YO, SEÑOR, CREO EN TI PORQUE VIVES



Hay muchos ataques a todo lo que lleva el nombre de cristiano. Se retiran de muchos lugares crucifijos y hasta se quieren prohibir las celebraciones litúrgicas de Semana Santa y otras. Nuestra religión, la católica y cristianas, molestan. El Mensaje de Jesús sigue siendo actual, porque es una Palabra Viva.

Pero nada mueve nuestra fe, porque Tú, Señor, Vives y permaneces entre nosotros. Tú eres nuestra esperanza y nuestra fortaleza. Clavado en la Cruz, como te representan, sufrido y atravesado por la lanza en el costado, y traspasado por los clavos, manos y pies, Tú, Señor, nos has salvado. Y la Cruz, en lugar de ser un signo de muerte es un signo de Salvación y Victoria.

Porque cada vez que nos recuerdan tu Muerte en la Cruz, recordamos que en ella nos salvamos. Porque los que creen en Ti, Señor, también resucitaran. Son tus propias Palabras, las que nos has dicho y las que nos llenan de esperanza y alegría.

Gracias, Señor, porque a pesar de tantos ataques y persecuciones, seguimos en la brecha. Te pedimos por nuestros hermanos, los que padecen más directamente esos ataques. Sufren amenazas de muerte y tienen que permanecer escondido para salvar sus vidas. Tantos niños huérfanos, desamparados sufriendo el azote de las guerras y las persecuciones. Danos tu fortaleza, Señor, para soportar tanta maldad y penalidades.

Pero, también, Señor, te pedimos que nos liberes de tanto sufrimiento y nos den tregua para descansar y aliviarnos. Nos duele mucho como nos tratan y nos quitan la vida, y como hijos tuyo, Señor, te pedimos que cambies la situación, como cuando liberaste a tu pueblo de Egipto, y escuches, Dios mío, el dolor de tu pueblo que sufre las persecuciones y deseo de venganza de exterminarnos.

En ti confiamos, Señor, y buscamos que tu Amor nos conforte y nos de la fortaleza de aceptar estos tiempos que nos ha tocado vivir hasta llegar al Cielo que nos tienes prometidos. Amén.

sábado, 9 de abril de 2016

LA VIDA SE NOS PRESENTA, EN MUCHOS MOMENTOS, COMO MARINEROS EN UN MAR DE TEMPESTADES




¡Señor!, ¿qué sería de mí en este mundo de turbulencias y peligros que amenazan con hundir la barca de mi vida si Tú no estás a mi lado? ¿Qué sería de mí sin tu Presencia serena, firme, segura y llena de paz? ¿A dónde dirigiría mi barca si Tú, mi Señor, no me señalas el rumbo de ese Puerto al que Tú me invitas y me quieres llevar?

Son preguntas que laten dentro del corazón de todo hombre que, parando un momento su vida, medita y piensa sobre el rumbo que lleva. Yo, Señor, quiero embarcar en esa tu Barca, la que Tú dejaste a tus discípulos y apóstoles, con Pedro a la cabeza, como roca donde apoyas tu Iglesia.  No quiero perderme ese viaje, y quiero estar vigilante y disponible para embarcar inmediatamente, sin billete de vuelta ni devolución. 

Quiero agarrarme, a pesar de la zozobra de maremotos y tsunamis, a la fe que tu me regalas, y también a la esperanza puesta en Ti de tomar tierra en ese paraíso que Tú nos has ido preparando al ascender a los cielos después de estar cincuenta días con nosotros. No permitas, mi Señor, que pierda el billete de subir a tu Barca, tu Iglesia, y con todos sus tripulantes seguir el rumbo que Tú nos has trazado.

¡Señor!, en Ti confío y a Ti me entrego cada instante de mi vida. Al menos esa es mi intención, para que, por tu Gracia, mi camino sea tu Camino; mi verdad, sea tu Verdad, y mi vida sea tu Vida.

Espíritu Santo, renueva en mí cada día, la alegría de creer que estás presente en el corazón de mi vida. Haz que sea capaz de responder, como los apóstoles, a tu invitación: !Sígueme! Jesús, nuestro Señor, Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.

viernes, 8 de abril de 2016

LOS PANES Y PECES DE MI VIDA

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




En muchas ocasiones nos quejamos de nuestra impotencia. Y es verdad que eso ocurre, pero quizás en algunas obviamos la posibilidad de poder hacer algo y permanecemos pasivos. Es posible que no podamos con muchas cosas, pero siempre hay algún pedazo de pan que podamos dar para mitigar el hambre de otros.

Me estoy refiriéndonos a nuestros propios talentos. Posiblemente no sepamos ni los talentos que tenemos, pero, cuando la ocasión nos lo exige y lo requiere, los explotamos, y somos nosotros los sorprendidos por tanta pericia y eficacia. La diferencia está que nos hemos esforzados como si de ello dependiera nuestra vida. Cosa que no hacemos en otras circunstancias.

Y, el Señor, nos pide todo nuestro esfuerzo y voluntad en elaborar nuestro pan para luego compartirlo. Pero, nosotros, dudamos de nuestra capacidad y, sobre todo, de la de Él, que en definitiva será quien lo hace todo. Pidamos al Señor la Gracia de ser capaces de multiplicar los panes y peces de mi vida y de compartirlos con todos aquellos que lo necesiten y lo busquen.

Pidamos al Señor la Gracia de ser levaduras que fermenten la masa para saciar el hambre y la sed de todos aquellos que buscan el alimento del Señor para, viviendo en Él, alcanzar la Vida Eterna. Pidamos que la luz del Espíritu Santo nos fortalezca para, despojados de nuestras apetencias y egoísmos, pongamos al servicio de los demás todos nuestros panes y peces que sirvan para ayudarles a mitigar su hambre y sed del Señor.

Haz, Señor, de todos nosotros la masa y levadura de tu multiplicación de panes, para que en tus Manos, seamos alimento de salvación para todos aquellos que escuchan tu Palabra. Amén.

jueves, 7 de abril de 2016

LAS COSAS DE LA TIERRA LAS TENEMOS DELANTE DE LOS OJOS




Ese es el problema, que vivimos aquí abajo. La cuestión será darnos cuenta que, aunque vivamos en este mundo, no pertenecemos a él. Pero eso no es fácil, porque chocamos con nuestra humanidad, débil y sometida al pecado. Las ofertas del mundo nos seducen y nos tientan. Jesús las vivió en el desierto y nos señala el camino para no caer en tentación.

El mayor peligro no son las propias tentaciones, sino pensar que nosotros solos podemos. Nuestra propia autosuficiencia es la mayor de las tentaciones, que nos hace pensar que no necesitamos de la Gracia del Espíritu Santo y que nos bastamos por nosotros mismos. Y de eso se aprovecha el demonio y, como a Jesús en el desierto, nos tienta.

Necesitamos el concurso y la asistencia del Espíritu Santo, y la constante oración. Estas humildes reflexiones persiguen ese objetivo, mantenernos despiertos y levantar nuestra mirada hacia arriba, porque las cosas de arriba son las que realmente valen y de las que nos habla Jesús con su Palabra (Mt 6, 19-21). Sólo el Señor nos puede dar la salvación porque Él viene de arriba y sabe lo que hay arriba y ha ido a prepararnos un lugar en el cielo (Jn 14, 1-4).

Pedimos al Señor que nos llene de su Sabiduría y nos aumente nuestra fe, para que fieles a su Palabra creamos en Él, y, creyendo en Él, certifiquemos que es veraz: Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida (Jn 3, 33-34).

El Señor nos provee y nos da todo lo que necesitemos para encontrar el camino y las fuerzas de levantar nuestra mirada y vencer la tentación de este mundo en el que vivimos. El Espíritu nos llena plenamente y nos fortalece en nuestra batalla de cada día para vencer las fuerzas del mal que nos asedia. Tengamos la confianza y la fe y la esperanza de esperar la segunda venida del Señor para llevarnos al lugar que nos ha prometido. Un lugar donde reina la Paz y la felicidad Eterna. Amén.

miércoles, 6 de abril de 2016

PREFERIMOS LO MALO A LO BUENO



Hoy empezamos, Señor, pidiéndote el discernimiento de lo que es realmente bueno. Nosotros no sabemos, aunque pensamos que sí. Ese es nuestro principal pecado y error grave. Creernos suficiente para discernir lo bueno de lo malo. Nuestro gran error, preferir las cosas y valores que nos ofrece el mundo antes que las que nos das Tú. Nos quedamos en las tinieblas y rechazamos la Luz. ¡Qué gran disparate!

Sin darnos cuenta rechazamos tu presencia y tu Amor por unas cuantas cosas materiales que creemos nos van a dar la felicidad, y, al cabo de poco tiempo, nos damos cuenta que eso no es sino más de lo mismo. Una carrera de locos buscando felicidad en cosas caducas que perecerán en el tiempo y que nunca nos llenaran de gozo, felicidad y paz. ¡Qué gran disparate, Señor!

Y seguimos con los disparates cuando creemos poder engañarte y ocultarnos de tu presencia actuando de forma diferente lejos de Ti y de otra forma en tu presencia. La doble vida, una para Dios y otra para el diablo. La Verdad siempre prevalecerá y la mentira siempre será descubierta. 

Hay momentos que, permaneciendo en la Luz, sabes valorarla y experimentas penas y tristeza cuando ves a muchas personas ilusionadas con la riqueza, el confort, suntuosas casas y comodidades que luego les dejan vacíos y les complican la vida, porque les mueven a obrar mal y a engañar o explotar a otros. Al final, mantener ese estatus de riqueza y bienestar aparente te esclaviza y te mortifica la vida, y hasta es una tentación para aquellos que buscan también las tinieblas apoderándose de lo ajeno.

Pidamos al Señor que nos de la sabiduría de discernimiento y de encontrar siempre la Luz del Espíritu de Dios que nos ilumine para distinguir lo bueno de lo malo; lo que perdura, de lo que es efímero y caduco; lo que nos salva y eterniza, de lo que esclaviza y mata. Pidamos la Luz de la Verdad para que sepamos alejarnos de la mentira y de todo aquello que nos enfrenta y aleja del Señor. Amén.

martes, 5 de abril de 2016

¡¡CAMBIA MI VIDA, SEÑOR!!



No hay otra petición más urgente y necesaria que pedirte, Señor, sino que cambies mi vida. Porque mi corazón humano es pecador, y su tendencia es a olvidar las cosas buenas que Tú has puesto en él y a buscar las malas. Pablo decía que hacía lo que no quería y dejaba de hacer lo que le gustaría hacer. Y a mí me ocurre igual.

 Mi conciencia me despierta descubriéndome lo que podía mejorar o intranquilizándome y advirtiéndome que esté vigilante para no caer en tentación. Y todo eso me mortifica, me preocupa y somete a una tenaz y constante lucha cada día. Y eso desgasta, cansa y enciende la tentación de abandonar. Por eso, Señor, te pido fortaleza, sabiduría, paciencia y valor para perseverar y no desfallecer.

Necesito cambiar los valores de mi corazón hechos a los criterios de este mundo. Por eso, aciertas y tienes razón, Señor, cuando me dices que debo nacer de nuevo. Porque, sólo con un corazón nuevo mi vida puede cambiar y experimentar y sentir de forma nueva. Y abrirse a la acción del Espíritu Santo sometiéndose a su Voluntad. Pero, ¿cómo hacerlo Dios mío?

Experimento tu presencia y necesito tu acción. Cambia, Señor, mi corazón y dales fuerzas, capacidad, valor y todo lo que necesite para servir a los demás según tu Palabra. Porque yo experimento mi pobreza y la falta de todo lo que necesito para ser paciente, bondadoso, comprensivo, escuchante, generoso o misericordioso y sin tu ayuda nada puedo. Por eso, Señor, ábreme el corazón y sopla sobre mí para que el Espíritu Santo more en mí, y también en todos aquellos que se abran a tu Amor.

Ayúdanos a permanecer vigilantes y atentos, con paciencia y serenidad, y a saber esperar, confiados tu presencia y tu acción, conscientes de que el Espíritu de Dios está con nosotros y quiere salvarnos, porque esa es su misión. Gracias, Señor, por tanto Amor. Amén.

lunes, 4 de abril de 2016

ORAR NO ES COSA DE PALABRAS


Es verdad que las cosas se dicen y se piden con palabras, pero las palabras descubren sentimientos y nacen de experiencias que se experimentan, valga la redundancia, en lo más profundo del corazón del hombre. Y mientras no se experimente la necesidad de alabar y glorificar, así como de depender y pedir al Señor, nuestro Padre Dios, la oración saldrá fallida, incompleta o sin contenido.

La oración necesita el tiempo del descubrimiento de Dios. O lo que es lo mismo, de un encuentro con el Señor. No puedo orar con aquel que no conozco, ni del cual tengo experiencia de su muerte, pero sobre todo, de su Resurrección. Mientras los discípulos no experimentaron la Resurrección del Señor no se habían enterado de nada. Igual nos puede suceder a nosotros.

Jesús ha Resucitado. Sí, ese Jesús que se hizo Hombre y nació del vientre de María concebido por el Espíritu Santo. Sí, ese Jesús que fue ofrecido a María como su Hijo y que desvió los planes de aquella joven sencilla y humilde que aceptó ser su Madre según los planes del Padre. Una joven que, preparada por el Espíritu Santo, abrió su corazón a la llamada de Dios.

Tú, querido amigo y lector de esta humilde reflexión, no eres menos. Ni Tú ni yo. Somos hijos de ese Dios que anunció a Maria la concepción de su Hijo por obra y Gracia del Espíritu Santo. Y, quizás, por tu ansías y ganas de buscarles, y a través de estas humildes reflexiones de otro, que también le busca, estamos siendo llamados, como María, a responderle al Espíritu de Dios. No debemos asustarnos. También a nosotros el Ángel nos susurra que no temamos. Es el Señor quien nos llama y nos promete enviarnos como Él mismo fue enviado.

Creamos en Él. Abramos nuestros corazones sin aspaviento ni emociones. Tranquilos y en paz. Él nos saluda siempre así: "Paz a vosotros". Y el Espíritu de Dios transformará nuestros corazones de piedras en corazones de carnes, disponibles y dispuestos a amar como el mismo Jesús nos amó. Amén.

domingo, 3 de abril de 2016

JESÚS NOS TRAE LA MISERICORDIA DEL PADRE Y EL ALIENTO DEL ESPÍRITU



Asustados, encerrados y temerosos de que nos puedan quitar la vida. Sin fe y sin confianza. Y después de haber visto y ser testigo de todo lo que ha hecho Jesús. No hay excusa ni justificación. Sin embargo, Jesús, se aparece en medio de sus discípulos, les da la paz y la autoridad y poder de perdonar. Tal y como Él les ha perdonado. ¡Bendita Misericordia que nos salva!

Ser consciente de que todo lo que podamos hacer no es mérito nuestro, porque nos lo ha dado el Espíritu de Dios. Nosotros somos la imagen de aquellos discípulos asustados, sin fe y dispuestos a dejarlo todo por miedo. Sólo la presencia de Jesús nos levanta, nos da ánimo, fuerza, sabiduría y poder para transmitir la Buena Noticia de su Resurrección. ¡Qué vamos nosotros a atribuirnos!

Te damos gracias, Señor, por darnos cuenta de nuestra debilidad y pobreza. Te damos gracias, Señor, porque esa sabiduría, también venida de Ti, nos ayuda a no engreirnos ni llenarnos de prepotencia y vanidad. Te damos gracias, Señor, de tomar conciencia que sin Ti nada podemos hacer ni nada somos, y te pedimos que nos llenes de humildad y paciencia.

Danos, Señor, como puedes observar no dejamos de pedirte, la perseverancia y la valentía de no renunciar a seguirte y vivir en tu Palabra por miedo, por respeto humano, por tentaciones y todos los obstáculos que el mundo nos pone como sancadilla para desviarnos de Ti. 

Y aumenta nuestra confianza y nuestra fe en la acción y presencia del Espíritu Santo, la tercera Persona de la Santísima Trinidad, que Tú nos has prometido y nos has dado a través de tus discípulos, desde aquel día que te apareciste entre ellos, por medio de nuestro Bautismo.

Haz, Señor, que nuestra experiencia de resurrección en Ti sea una experiencia nacida desde lo más profundo de nuestro corazón, y vivida desde tu Palabra y hecha realidad con y en nuestra vida. Amén.

sábado, 2 de abril de 2016

GRACIAS, SEÑOR, POR EL PARÁCLITO, QUE NOS AUXILIA Y ALIMENTA.



¿Qué seríamos sin el Espíritu Santo? Supongo, ni más ni menos, que como los apóstoles y discípulos que le conocieron y acompañaron los tres años de su vida pública. Seguramente nos hubiésemos dispersados y escondidos olvidando su Mensaje, y, muertos de miedos, hubiésemos dejado que su paso por la tierra quedase en una historia hermosa de un profeta mortal más.

Gracias, Señor, porque te has cuidado que eso no fuese así, porque los apóstoles y discípulos han respondido a tu llamada, injertados, cómo no, en el Espíritu Santo. Gracias, Señor, porque el Espíritu Santo nos ha iluminado y nos ha dado la Luz de aceptar y acoger tu Mensaje recibido a través de los apóstoles. 

Gracias, Señor, por hacernos ver, con tu Presencia y tu Palabra, que nuestra misión y compromiso es, por el Bautismo recibido, la de proclamarte y de vivirte en nuestras vidas en relación con los demás. Gracias, Señor, por la Iglesia y las comunidades parroquiales, donde nos apoyamos y fortalecemos, tal y como hacían los primeros discípulos, para compartir nuestra fe.

Gracias, Señor, por los sacerdotes, hermanos consagrados, que entregan sus vidas para servirnos y acompañarnos en la fe. Gracias, Señor, por todas las personas consagradas, congregaciones y órdenes religiosas, que siguen su fe y se esfuerzan en transmitirla siguiendo, Señor, tu mandato: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación».

Por todo ello, gracias, Señor, y postrados ante tus pies nos ponemos a tu servicio, para que, por tu Gracia y amor, nuestros corazones sean transformados hasta el punto de entregar nuestras vidas en el cumplimiento de tu mandato. Amén.

viernes, 1 de abril de 2016

MIS OJOS SON MUY LIMITADOS

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR,08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS




No solamente mi vista va perdiendo facultades con la edad, sino que mis ojos no son lo suficientemente capaces de verte claramente, Señor. Porque mi capacidad es limitada y sin tu Gracia no puede advertir tu presencia. Dame, Señor, esa Gracia de poder distinguirte entre la oscuridad de este mundo oscuro, valga la redundancia, y descubrir tu presencia en mi vida.

Son muchas las playas de mi vida en las que me he cansado de lanzar mis redes al mar sin conseguir cobrar ningún pescado. Son muchos los momentos de mi vida que he experimentado cansancio, desconcierto y desesperanza al ver la playa de mi vida desierta, despejada y sin tu presencia, Señor. 

Y, sumido y abatido en la oscuridad del mar revuelto de mi vida, he querido dejarme llevar por él, y hasta sumergirme en el lodo de sus infestadas y profundas corrientes revueltas con el fango y la mentira de sus impuras aguas. Por eso, levantando mi mirada llena de esperanza he querido ver la limpieza de esa agua cristalina y pura que Tú, Señor, me ofreces. Y sosteniendo mi mirada hacia la playa de mi vida, he querido verte y sentir tu aliento y tu llamada para compartir contigo el trabajo y los esfuerzos de mi pobre vida.

Señor, dame la sabiduría de responder a tu llamada, y de ser dócil a tus órdenes, para lanzar una y tantas veces como Tú me digas, mis redes al mar de mi camino, para, en tu Nombre, y auxiliado por tu Espíritu, proclamar con mi vida y mi humilde palabra tu Mensaje de salvación a todos los hombres.

Sé que sin Ti mis redes quedarán vacías, y será vano mi trabajo durante toda la noche. Pero con el clarear del día y advirtiendo tu presencia, mis redes, lanzadas de nuevo en tu Nombre, regresarán repletas de frutos que darán glorias y alabanzas por tu Amor y Misericordia. Amén.