Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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jueves, 7 de abril de 2016

LAS COSAS DE LA TIERRA LAS TENEMOS DELANTE DE LOS OJOS




Ese es el problema, que vivimos aquí abajo. La cuestión será darnos cuenta que, aunque vivamos en este mundo, no pertenecemos a él. Pero eso no es fácil, porque chocamos con nuestra humanidad, débil y sometida al pecado. Las ofertas del mundo nos seducen y nos tientan. Jesús las vivió en el desierto y nos señala el camino para no caer en tentación.

El mayor peligro no son las propias tentaciones, sino pensar que nosotros solos podemos. Nuestra propia autosuficiencia es la mayor de las tentaciones, que nos hace pensar que no necesitamos de la Gracia del Espíritu Santo y que nos bastamos por nosotros mismos. Y de eso se aprovecha el demonio y, como a Jesús en el desierto, nos tienta.

Necesitamos el concurso y la asistencia del Espíritu Santo, y la constante oración. Estas humildes reflexiones persiguen ese objetivo, mantenernos despiertos y levantar nuestra mirada hacia arriba, porque las cosas de arriba son las que realmente valen y de las que nos habla Jesús con su Palabra (Mt 6, 19-21). Sólo el Señor nos puede dar la salvación porque Él viene de arriba y sabe lo que hay arriba y ha ido a prepararnos un lugar en el cielo (Jn 14, 1-4).

Pedimos al Señor que nos llene de su Sabiduría y nos aumente nuestra fe, para que fieles a su Palabra creamos en Él, y, creyendo en Él, certifiquemos que es veraz: Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida (Jn 3, 33-34).

El Señor nos provee y nos da todo lo que necesitemos para encontrar el camino y las fuerzas de levantar nuestra mirada y vencer la tentación de este mundo en el que vivimos. El Espíritu nos llena plenamente y nos fortalece en nuestra batalla de cada día para vencer las fuerzas del mal que nos asedia. Tengamos la confianza y la fe y la esperanza de esperar la segunda venida del Señor para llevarnos al lugar que nos ha prometido. Un lugar donde reina la Paz y la felicidad Eterna. Amén.

lunes, 18 de febrero de 2013

QUIERO RECORRER MI CAMINO CONTIGO, SEÑOR



No conozco otro camino que me lleve a la alegría y la felicidad eterna. Esta vida es hermosa, pero la hermosura que nos ofrece es caduca. El pan que el demonio me propone es materia orgánica que se acaba, y las riquezas y poder también tienen su fin. Toda acaba con mi muerte.

Y eso no satisface íntegramente mi alma. Me deja vacío y angustiado. Yo quiero una vida llena de sentido y de felicidad. Una vida que promete eternidad y gozo. Y eso lo siento en Ti, Señor. Quiero vestirte, darte un vaso de agua, visitarte, ofrecerte comida y curarte tus heridas... Y eso te lo hago cuando lo hago en mis hermanos, hombres y mujeres de este mundo.

Pero también sé que soy una simple y humilde gotita de agua en el océano. No puedo arreglar el mundo, pero si  puedo arreglar muchas cosas que están a mi derredor y que esperan mi presencia y mi trabajo. Eso es lo que te pido y quiero hacer, Señor. Dame esa Gracia y conviérteme para responderte en esas pequeñas cosas que rodean mi vida.